Antiimperialismo en el norte
Pocos latinoamericanos saben que en el momento mismo en el que Estados Unidos adquiría sus primeras colonias (Filipinas, Puerto Rico, Hawai, Guam), tras haber derrotado en una breve guerra a los españoles, en la ciudad de Boston numerosos ciudadanos notables formaron la llamada Liga Antiimperialista. Era el año 1898.
En esta extensa asociación civil, participaron los expresidentes del Partido Demócrata y el Partido Republicano, el próximo candidato demócrata a la presidencia, numerosos senadores, escritores, empresarios y periodistas.
Destacó entre ellos el magnate del acero, Andrew Carnegie.
Los antiimperialistas estadounidenses afirmaban que la conversión de su país en una potencia imperial contradecía los principios liberales, anticolonialistas y democráticos de la Constitución.
Decían que no otorgar su independencia a los filipinos era traicionar los ideales que dieron lugar a la unión americana. Estados Unidos no podía hacer lo que tanto había criticado a los europeos.
Los antiimperialistas buscaron rechazar el Tratado de París en el que España entregaba sus últimas colonias a Washington. Perdieron por exactamente dos votos en febrero de 1899.
El rechazo al imperialismo no murió ahí. Se desplegó en las presidencias de Wilson, Franklin Roosevelt, Harry Truman, John F. Kennedy y Jimmy Carter.
Lamentablemente, los otros presidentes optaron por la Doctrina Monroe y propiciaron intervenciones militares en otros países. Desde el sur, nos toca agradecer a quienes desde adentro de los Estados Unidos entendieron la validez del principio de no intervención.
Columnas de LA H PARLANTE