2010: cuando Goni rompió el silencio
Hemos creído hasta ahora que Sánchez de Lozada no abrió la boca hasta hace poco (propuesta de Constitución). Veinte años de silencio.
No es verdad. En 2010, Goni fue invitado a dar una conferencia en la Universidad de Chicago, donde obtuvo su último grado académico. Se trató de un encuentro organizado por el Comité para el Desarrollo Económico CED, por sus siglas en inglés.
En esa ocasión, Sánchez de Lozada contó que cuando tenía siete años iba leyendo en la parte trasera del vehículo familiar, un Studebaker. Sus dos hermanos menores peleaban en el mismo asiento, gritos y puñetes. De pronto, la madre giró para pedirles que dejen de hacer bulla. Como no cesaban, emprendió a cocachos con los tres.
El pequeño Goni respondió enojado que él no estaba peleando, sino leyendo y que no merecía castigo. La madre respondió que para administrar justicia estaba Dios, mientras que ella estaba ahí para poner orden. Listo.
Ése era el modo Goni: alternar ideas con anécdotas.
Planteó otra metáfora. A él le tocó dos veces ser parte de decisiones importantes de Bolivia. Primero tuvo que luchar contra la inflación y luego contra la deflación. Si controlar la primera es difícil, peor la segunda. “La inflación es como un caballo desbocado, la deflación, como un caballo muerto”.
Además, se quejó porque en su segunda presidencia, Estados Unidos no quiso salvarlo. George Bush estaba metido en dos guerras, una en Irak y otra en Afganistán. Aludiendo a Bolivia, Goni dijo que la tercera guerra, es decir, la que se libra contra el narcotráfico pasó a tercer plano para la Casa Blanca. “Los narcotraficantes me derrocaron”, concluyó, recordando los hechos de octubre de 2003. ¿Así fue?
Goni recordó que había prometido no dedicarse a la política como lo había hecho su padre, pero “no pude contra la genética”.
Eso dijo Goni en 2010 cuando realmente rompió el silencio en su “alma mater”.
Columnas de LA H PARLANTE