Gobierno Abierto: El camino hacia la Transparencia en Bolivia
En la era de la información, cuando la tecnología y las redes sociales han revolucionado la forma en que nos comunicamos y nos relacionamos con el mundo, es imperativo que los gobiernos adopten nuevas formas de interactuar con sus ciudadanos.
El gobierno abierto se presenta como una estrategia efectiva para promover la transparencia, la participación ciudadana y la lucha contra la corrupción.
En el caso de Bolivia, contamos con desafíos persistentes en estas áreas, la implementación del gobierno abierto podría ser un paso crucial hacia un futuro más justo y democrático.
¿Qué es un gobierno abierto? Este se basa en tres pilares fundamentales: transparencia, participación ciudadana y colaboración. La transparencia implica que los gobiernos deben brindar acceso libre y abierto a la información sobre sus acciones, presupuestos, políticas y decisiones.
La participación ciudadana busca involucrar a los ciudadanos en la toma de decisiones y políticas públicas, promoviendo la rendición de cuentas y fortaleciendo la legitimidad del gobierno.
Finalmente, la colaboración implica la apertura del gobierno hacia la sociedad civil, el sector privado y otros actores para promover soluciones conjuntas a los desafíos públicos.
¿Por qué, como bolivianos, deberíamos empezar a debatir y profundizar esto? La posibilidad de realizar grandes cambios radica en la medida que la población esté de acuerdo con ellos. Ya no podemos seguir imaginando y soñando con una Bolivia sin corrupción sino involucrarnos y trabajar para que esto ocurra. El gobierno abierto reduce el margen de posibilidad de que se realicen prácticas corruptas y aumenta la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.
Asimismo, el gobierno abierto empodera a los ciudadanos, permitiéndoles participar activamente en la toma de decisiones y en la formulación de políticas públicas, ayudando a garantizar que las decisiones gubernamentales reflejen las necesidades y deseos reales de la sociedad. Sin duda alguna, para profundizar esto, se necesita de innovación y eficiencia (situación que va en contra del “ser” del Estado), pero no es imposible si existe voluntad política.
Es imperante comenzar a trazar un camino hacia el gobierno abierto, pero para esto se requiere una serie de acciones coordinadas que posibiliten la transformación. En primer lugar, es esencial promulgar una legislación sólida que garantice el acceso a la información y establezca los mecanismos de rendición de cuentas necesarios. Como también se deben desarrollar plataformas virtuales y sistemas tecnológicos que faciliten la transparencia y la participación ciudadana.
Como ciudadanos, todos tenemos un papel importante que desempeñar en la promoción del gobierno abierto en Bolivia. Debemos tener la iniciativa de familiarizarnos con los conceptos y beneficios de este tipo de modelo, demandemos a los representantes gubernamentales que empiecen a implementar buenas prácticas para que se genere un involucramiento de la ciudadanía en general respecto de las políticas públicas.
El gobierno abierto ofrece a Bolivia una oportunidad sin precedentes para fortalecer la institucionalidad que el Movimiento al Socialismo (MAS) ha destruido en los últimos 15 años.
Al adoptar los principios del gobierno abierto, el país puede generar confianza ciudadana, impulsar la innovación y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Es tarea de todos trabajar en conjunto para construir un futuro más justo y participativo, en el que sepamos cómo y para qué el Gobierno está utilizando nuestros recursos, con el fin también de controlar y limitar el poder de este. El momento es ahora, y el gobierno abierto puede ser la clave para alcanzar esa visión.
El autor es ingeniero económico y exdirector del Comité pro Santa Cruz
Columnas de SEBASTIÁN CRESPO POSTIGO