Mario Rueda Peña, un imprescindible
La noticia de la muerte de un apreciado amigo impacta con la devastadora fuerza de un rayo. Después, la certidumbre de que somos echados a este valle de lágrimas y alegrías con evidente fecha de caducidad aminora el golpe. Y la razón, al fin, lleva a pensar que allá donde esté su espíritu estará tanto mejor que en la envoltura corporal durante la etapa biológica de la obsolescencia. Además, la memoria, con sus misteriosos mecanismos, desbroza los dramas y hace perdurar los recuerdos positivos. Pasé por ese proceso al enterarme de la muerte de Mario Rueda Peña, a quien sus colegas y amigos apodábamos Gato. Bertolt Brecht colocaba en la cúspide de los personajes cotidianos a los luchadores políticos comprometidos. Los llamaba los imprescindibles. Mario fue uno de ellos, por lo menos en una etapa muy complicada de la vida del país: el primer Gobierno de la democracia, instalado en 1982, que presidió Siles Zuazo. La valoración de su paso por el Ministerio de Informaciones fue unánime: el vallegrandino, -periodista, intelectual y abogado- tuvo mayor peso específico que la mitad del gabinete. Fue un imprescindible.
El Ministro Rueda Peña alcanzó mayor fama cuando Carlos Mesa, productor y entrevistador del importante programa televisivo “De Cerca”, lo invitó a una entrevista que, ciertamente, no iba a ser benevolente. “De Cerca” tuvo ese día máxima audiencia: se enfrentaban dos talentos en el manejo discursivo. El resultado fue que, por primera vez en la historia del programa, el invitado terminó arrinconando al entrevistador.
Una tarde el ministro se dio de bruces con una manifestación que pasaba justo por las puertas del palacio de gobierno. Cuando algunos manifestantes lo reconocieron, los insultos y amenazas arreciaron. Para evitar el inminente linchamiento, Mario se acercó a la cabecera de la marcha en aspaviento para saludar al Compadre Palenque. Aún hizo más: lo agarró del brazo.
*(Fragmento de un extenso artículo publicado por el autor en las páginas de urgente.bo, en el que plasma anécdotas y recuerdos sobre Rueda Peña).
Columnas de LUIS GONZÁLES QUINTANILLA