Noboa o González
Ecuador tuvo sus elecciones anticipadas el domingo pasado. Impera el absurdo constitucional de que todo este despliegue es para elegir a un Gobierno que sólo se quedará un año y medio en funciones (completando el mandato de Lasso).
Quizás por eso los partidos dieron lo peor de sí. Alimentan una transición más que un proceso nuevo.
Fue la ocasión para probar caras nuevas.
Daniel Noboa fue la sorpresa. Hijo del empresario bananero que se cansó de ser candidato presidencial, este joven hombre de negocios ha conseguido ser la punta de lanza del anticorreísmo, la fuerza mayoritaria que domina el país desde que Rafael Correa se refugiara en Bélgica.
Lo interesante de Noboa es que no alentó el discurso confrontador, el registro favorito del expatriado, sino que optó por mirar hacia adelante.
En general, la gente ya quisiera sepultar el asunto. Hay problemas más feos que la inhabilitación o rehabilitación del vanidoso expresidente de la “Revolución Ciudadana”.
En contraste, la delfina de Correa, Luisa González, no puede decir una frase sin agradecer al patriarca de Lovaina.
Persistir en el error la podría llevar a perder en segunda vuelta. Como ya le pasó al sonriente Andrés Arauz, a González le podría volver a salir al frente la mayoría dura que no quiere volver al pasado.
Columnas de LA H PARLANTE