Las 12
En América Latina han asumido 12 mujeres como jefas de estado. La primera fue María Estela Martínez de Perón, quien siendo vicepresidenta constitucional tomó el mando tras la muerte de su esposo, Juan Domingo Perón en Argentina.
Siete años después, la entonces presidenta del senado, Lidia Gueiler, ascendió a al poder en Bolivia. Ambas fueron derrocadas por militares golpistas.
Una década después, Violeta Chamorro sorprendió al mundo venciendo al favorito Daniel Ortega en Nicaragua, anticipo de que la Guerra Fría acababa en esa región.
Luego, con el siglo, vino una ola de gobiernos de izquierda con tres rostros femeninos: Cristina Fernández en Argentina, Michelle Bachelet en Chile y Dilma Rousseff en Brasil. Con cierta tardanza, se unión Xiomara Castro en Honduras.
Centroamérica ha sido muy fecunda en liderazgos femeninos. Hasta ahora solo dos de los seis países de la región aún no han tenido mujeres encabezando el poder ejecutivo (El Salvador y Guatemala). Fueron de la partida Laura Chinchilla de Costa Rica, Mireya Moscoso de Panamá, y las ya citadas Castro y Chamorro.
Las crisis políticas de Perú y Bolivia intentaron ser resueltas con dos mujeres en la presidencia. Ambas asumieron por sucesión: Áñez en Bolivia y Boluarte en Perú.
En Haití sucedió algo similar en la década de los 90. Ertha Pascal Truillot, exjueza, asumió por un año la presidencia que dio paso al retorno de Jean Bertrand Aristide. Rosalía Arteaga, vicepresidenta de Bucaram, estuvo en Ecuador por cinco días en Carondelet. Fue un atisbo fugaz y clara violación a la Constitución porque debió haberse quedado.
En México, el mandato siguiente corresponde a una mujer. La oposición postula a la senadora Xochitl Galvez, ingeniera, de origen humilde, y el oficialismo ha optado por Claudia Sheinbaum, académica, parte de la élite intelectual.
Columnas de LA H PARLANTE