Camacho, Mamani y las celebraciones
¿Qué tienen en común los gobernadores Luis Fernando Camacho y Johnny Mamani, además de estar presos en el departamento de La Paz, a cientos de kilómetros de sus regiones? Por primera vez desde que asumieron como máximas autoridades de los departamentos de Santa Cruz y Potosí no estarán presentes en las efemérides este 24 de septiembre y próximo el 10 de noviembre.
Camacho lleva detenido casi nueve meses en el penal de Chonchocoro del municipio paceño de Viacha, a 840,3 kilómetros de distancia de Santa Cruz de la Sierra. Desde su aprehensión, el 28 de diciembre de 2022, políticos, analistas y periodistas coincidimos en que no recobrará su libertad mientras Luis Arce siga al mando del Gobierno porque materializa la retórica oficialista de un inventado golpe de Estado en 2019.
Mamani fue ingresado por seis meses a la cárcel de San Pedro de La Paz, a 536,8 kilómetros de la ciudad de Potosí, el 18 de agosto de este año, como principal implicado en el escándalo de las ambulancias fantasma, pese a que la Fiscalía de Potosí, a cargo de Roxana Choque, lo excluyó del caso de corrupción porque, según esa instancia, no se encontraron indicios en contra del “gobernador camaleón”.
Camacho, exlíder cívico, es la constatación de que el Gobierno pretende convertir a los opositores en “cadáveres vivientes”, como ha calificado Germán Gutiérrez en un artículo escrito para Datápolis.bo (17 de septiembre de 2023), a través de la infamia y la muerte civil, pese a que están expresamente prohibidas por varias constituciones bolivianas, incluida la vigente desde 2009. El gobernador opositor es otro trofeo de la persecución política mediante el sistema judicial.
Mamani, alcalde del municipio de Tahua y presidente de una mancomunidad de municipios potosinos antes de asumir como gobernador, es la muestra de la estrategia política del Ejecutivo que apunta a lavarse la cara ante el mayor cuestionamiento ciudadano: corrupción por todo lado. El 59% de los encuestados en un estudio efectuado por Diagnosis afirma que el principal aspecto negativo de la administración de Arce es la corrupción. La segunda mancha más oscura es la protección al narcotráfico, según la encuestadora.
Luego de la denuncia de la compra irregular de 41 ambulancias y otros vehículos para la gobernación potosina, Mamani, seguidor de Evo Morales, buscó salvarse cambiando de bando político dentro del masismo. En un discurso señaló que los sectores indígenas de su departamento piden Lucho presidente 2025-2030. Consiguió que la Fiscalía de Potosí dispusiera su sobreseimiento, pero días después fue aprehendido en la sede de gobierno.
¿Y cómo se encuentran las regiones y los gobiernos autónomos departamentales de Santa Cruz y Potosí a días del 24 de septiembre y a poco más de un mes del 10 de noviembre? La vida continúa y, con los gobernadores alejados de sus funciones, la política en ambos departamentos ha comenzado a agitarse con diferente intensidad y en distintas direcciones.
En Santa Cruz, la organización política de Camacho decidió desconocer el Estatuto Autonómico que faculta al vicegobernador asumir las riendas de la gobernación ante la ausencia del titular, acusó a Mario Aguilera de traición sin presentar pruebas de semejante acusación y terminó marginándolo de toda decisión importante y de los actos centrales del 213 aniversario de su gesta liberadora.
En una interpretación antojadiza, contraria a la autonomía que tanto se pregona en tierras cruceñas, afirman que las máximas autoridades del departamento son el gobernador Camacho, preso a más de 4.000 metros de altura sobre el nivel de mar, y el presidente de la Asamblea Legislativa Departamental, Svonko Matkovic, quien reemplazará a Camacho en los actos protocolares, mientras Aguilera queda ninguneado de la representación departamental.
Es de prever que el Ejecutivo departamental, conducido en los hechos por Efraín Suárez, una suerte de interventor designado por el encarcelado gobernador cruceño, hará todo para que la presencia del ausente se sienta en cada uno de los actos de celebración de la efeméride, incluida la lectura de una anunciada carta al pueblo cruceño escrita desde su encierro. ¿Será Matkovic el encargado de transmitir el mensaje?
Además del enredo político en el que se ha metido el camachismo al ignorar el Estatuto Autonómico, el nerviosismo invadió a esa corriente política tras la reaparición del exgobernador Rubén Costas y la verificación de que Creemos y Camacho no tienen el monopolio político en Santa Cruz. Para empezar, Demócratas es uno los cuatro partidos de alcance nacional habilitados para las elecciones de 2025, por el momento.
Lo mismo sucedió a nivel municipal con Johnny Fernández y la cúpula de UCS, luego del anuncio de Branko Marinkovic de ingresar de lleno a la arena política para intentar el revocatorio del alcalde de las camisas estrambóticas y la posibilidad de conducir la capital cruceña ante la ineficiente gestión municipal. Marinkovic no ha descartado lidiar en el proceso electoral nacional.
Las aguas de la política regional se están moviendo. Hay actores políticos cruceños, al margen de los camachistas, que aseguran que su principal esfuerzo será la conformación de bloques de unidad de cara a las elecciones de 2025, pero tienen la mirada puesta en el poder regional que representan la alcaldía más grande e importante del país, y la gobernación más opositora a cualquiera de las versiones del masismo.
En Potosí, la caída de Mamani por corrupción compulsiva y el encarcelamiento del alcalde Johnny Llally, implicado en cuatro casos de abuso sexual que lo pintan como un depravado, han abierto de par en par las puertas para la consolidación del arcismo con los interinatos del cooperativista minero Marco Antonio Copa a nivel departamental y de Lesly Flores a nivel municipal.
En ese departamento el desafío político a corto plazo es achicar al máximo la influencia del evismo y asegurarse el apoyo de las tres grandes regiones potosinas (Norte, Centro y Sur), mediante iniciativas de gestión que pueda realizar la gobernación, apuntalada por el nivel central del Estado. La idea es fagocitar la mayor cantidad de sectores sociales y territoriales que aún se mantienen leales a Morales.
Adicionalmente, en Potosí se encuentra el proyecto estratégico más importante para el Gobierno de Arce en términos de la mentada industrialización: el litio con reservas todavía no certificadas en los volúmenes anunciados por el Ejecutivo. La producción de carbonato de litio enfrenta dificultades. La planta de agua que debió estrenarse el 6 de agosto no está lista y puede convertirse en motivo de conflicto si los retrasos y los problemas se prolongan.
Camacho y Mamani se enterarán en detalle de lo que sucedió en sus regiones después de los actos protocolares, lejos de las fanfarrias, de los desfiles cívicos, de la entonación de himnos y de las izas de las enseñas nacionales, de Santa Cruz y de Potosí. Intentarán estar presentes con mensajes enviados desde las cárceles de Chonchocoro y San Pedro, pero saben que no es lo mismo que estar en las celebraciones. Los departamentos festejarán, se acordarán de ellos por instantes, pero la vida continuará y la política regional discurrirá al margen de sus deseos.
El autor es periodista
Columnas de EDWIN CACHO HERRERA