Decisiones y salud
A diario tomamos decisiones, tenemos la libertad de hacerlo, pero ¿somos conscientes de los efectos que tienen para los demás o sobre nuestra propia salud?
Por ejemplo, uno puede decidir cambiar su régimen alimenticio. En los últimos años, el número de personas que han optado por tener una dieta vegana ha crecido en el mundo hasta en un 275%, pasando de 168.000 millones en 2018 a 629.000 en 2022, en cifras generales, 22% de la población mundial es vegetariana. El objetivo que persiguen con esa opción, en su mayoría, es ayudar al medioambiente o bajar de peso.
También aumenta el número de investigaciones sobre los efectos de este tipo de alimentación en la salud individual y colectiva. Los resultados que conocemos son que el mayor consumo de vegetales en la dieta cotidiana podría contribuir a reducir hasta en un 75% del uso de la tierra agrícola, lo que es un gran beneficio para el medioambiente.
Por otro lado, se sabe que las personas que se alimentan con una dieta vegana tienen un 14% menos riesgo de contraer cáncer, lo que es una gran ventaja para la salud y la calidad de vida en general. Aunque se considera que este régimen alimenticio incrementa el riesgo de osteoporosis. También se conoce que contiene una baja cantidad de macro y micronutrientes. Sin embargo, pero este último aspecto no es conclusivo para todos ya que depende de la variedad de los alimentos que se ingiere, el nivel de educación, el contexto y el estilo de vida de las personas en relación con sus actividades o sedentarismo.
La buena información sobre cómo alimentarse, cómo utilizar el etiquetado de los alimentos puede beneficiar tanto a los veganos como a los que tienen una dieta omnívora.
Entre las causas para la osteoporosis están varias, y no todas se relacionan con la alimentación. Pero la parte que sí lo está, está también ligada a las actividades. Por ejemplo, un buen suplemento de calcio diario (lácteos) ligado a la actividad física y a la vitamina D (sol) son una buena combinación para prevenirla. Por supuesto, también está en juego el medioambiente y por ello, el calcio viene agregado a otras opciones de leche (soya, almendra) pero no siempre. Es importante leer las etiquetas.
Los efectos en la salud de las decisiones que tomamos hoy son tardíos. Muchas de las consecuencias recién se manifiestan a partir de los 45 años o más tarde. Cuando lo hacen, en general toman la forma de enfermedades, lo implica una reducción de la calidad de vida.
Para garantizar una vida larga, saludable y feliz es importante aprender a alimentarnos. Si bien, la alimentación saludable puede ser más cara que la alimentación chatarra, porque involucra dedicar tiempo a comprar los alimentos y cocinarlos uno mismo, también es una oportunidad para aprender sobre los mismos y su efecto en nuestra salud.
La autora es Ph.D. en economía internacional
Columnas de KATHYA CÓRDOVA POZO