Santa Cruz, verde ardiente
no se falta a la verdad cuando se afirma que Santa Cruz es el departamento más pujante de Bolivia. Tampoco cuando se destacan muchos otros atributos: moderno, emprendedor y abierto al mundo, entre los más escuchados. Para sostener los halagos sobran informes, encuestas, indicadores y testimonios entusiastas de propios y extraños que dicen haber encontrado en Santa Cruz lo que los españoles buscaron hace siglos, el soñado y esquivo El Dorado. Y siguen llegando, a cuenta gotas o por montones, los buscadores de tesoros.
En una explosión de verde, Santa Cruz celebró hace una semana el 204 aniversario de su gesta libertaria. Verde en camisas, vestidos, lazos para el pelo de las niñas, banderas adornando las casas, autos, negocios, calles… verde hasta en los moñitos y corbatas de las mascotas. Parecía que no faltaba nada para la fiesta, pero mientras la tamborita sonaba, el humo de los incendios, producto de los chaqueos y la deforestación, enrarecía el ambiente y el olor a quemado opacaba al perfume o colonia más potente. El otro verde, el de verdad, está ardiendo nuevamente.
Santa Cruz es el departamento con mayor índice de deforestación de Bolivia, afirma la Fundación Amigos de la Naturaleza en un informe de 2022. Un 79% del total de la deforestación del país ha ocurrido en este departamento donde en 1985 había 31,9 millones de hectáreas de bosque y hoy hay poco menos de 25,7 millones. Detrás de Santa Cruz están Beni, La Paz, Pando, Cochabamba y Tarija con bastante diferencia.
A pesar de esas cifras incendiarias, pareciera que este ecocidio solo importa a las mismas personas que cada año tratan de impedirlo y protestan por él. Es más, es como si en Santa Cruz, que es donde ahora vivo, los árboles estorbasen y un ejemplo de ello es que la gran parte de las urbanizaciones ofrecen como gran plus, cemento. ¿Una muestra? La publicidad que se emite a cada rato en el horario estelar de Unitel donde la urbanización “Mapaiso Este” vende “pavimento en todas partes”, y muestra una planicie donde en algún momento hubo un bosque y donde se construirán las casas.
Obviamente Santa Cruz no es la única ciudad que desprecia a los árboles en Bolivia. Con su visión cortoplacista, la gran parte de los gobernantes, no importa la ciudad, se encargan de pavimentar, pero ninguno se ocupa de reforestar o de cuidar las áreas verdes porque es más trabajoso y no tan notorio.
Es más, los vecinos, sobre todo en La Paz, se creen con la potestad de talar un árbol porque les estorba la vista, les ensucia el jardín o les da sombra.
Sin embargo, en una ciudad que arde como Santa Cruz, los árboles son vitales. Quizá eso se nota menos si tienes la suerte de estar en un auto con aire acondicionado, pero si tienes que caminar por la calle a mediodía y vas buscando sombra, la falta de árboles es un atentado contra la salud.
De acuerdo con un reportaje publicado hace poco en el medio digital Guardiana, un estudio de la Fundación Tierra detalla que en este departamento el incremento de la temperatura está por encima del calentamiento regional y mundial. “Entre 1981 y 2020, el calentamiento global aumentó en 0,6 grados centígrados (°C), mientras en Santa Cruz fue de 1,1 °C (de 24,7 a 25,8 °C), una diferencia de hasta 83 por ciento con respecto al del planeta”.
Hay una relación directa entre la deforestación y el aumento de la temperatura y sequías. Si bien las estimaciones varían, se calcula que la deforestación aumenta la temperatura promedio anual en aproximadamente 1 °C., también afecta directamente al régimen de lluvias al evitar el proceso de evaporación del carbono secuestrado por los árboles.
¿Y qué tiene que ver que se deforesten bosques con la falta de árboles en la calle? Pues que es el mismo principio: Los árboles no aportan, saquémoslos todos.
Así la cosa, es simple: Cada vez con menos bosques por culpa de la deforestación por parte, sobre todo, de colonias menonitas, agrosoyeros y ganaderos, y sin árboles en la ciudad porque sus alcaldes y gobernadores no ven más allá de sus narices, Santa Cruz se está secando y como ella, el resto del país.
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