Cabildo 17/octubre y deriva del MAS
En una columna anterior había afirmado que el Congreso de Lauca Ñ se iba a constituir en punto de inflexión y el inicio de una nueva historia, en la división y los conflictos al interior del Movimiento al Socialismo (MAS), en tanto partido e instrumento político.
En efecto, tras su finalización, el MAS quedó formalmente “partido” en dos facciones: los del ala “radical”, encabezados por el caudillo y los “renovadores” flanqueados por Arce Catacora. Para algunos, de cara a las elecciones de 2025, en esta lucha que “oficialmente” se inicia, la disputa será visceral y aguda.
Dos ámbitos cobrarán fundamental importancia. La “querella” por la sigla y la disputa por el control de las organizaciones matrices, fundadoras del instrumento político. Entre ellas, fundamentalmente, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (Cscib) y la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa”.
Pero, veamos cuáles son las capacidades y los recursos de poder de cada grupo.
La facción radical, en el “cuestionado congreso”, ratificó a Morales como presidente del MAS-IPSP y lo proclamó “candidato único” de la sigla para el 2025. Tal como lo tenían, “a pie de juntillas”, planificado. Se puso de manifiesto que la sigla MAS–IPSP es propiedad de Morales. Él es el único dueño. Por lo tanto, es el líder “for ever”. En las decisiones de este congreso, legitimas, según ellos, habrían participado los “representantes” de todas las organizaciones matrices del instrumento político. Más adelante, como se observa, la disputa será en torno a quién está con las organizaciones genuinas.
A su vez, la facción “arcista”, si bien está dando dura batalla en la querella por la sigla en el Tribunal Supremo Electoral y el Tribunal Constitucional Plurinacional -donde, al parecer, todavía hay resabios “evistas”-; se ha concentrado más en el control de las genuinas “organizaciones sociales”, donde, en términos de poder, la CSUTCB es la más gravitante. Dicho sea de paso, tiene, en su constelación de sindicatos, más de cuatro millones de afiliados, casi el 54% del padrón electoral.
Ahora bien, esta facción, en un ejercicio de “musculatura política”, está organizando para el próximo 17 de octubre un gran cabildo. En términos de correlación de fuerzas, si la magnitud de ese cabildo es como ellos están pensando, con la presencia de más de dos millones de “militantes” (con empleados públicos y sus familiares, podrían lograrlo) y la participación de las genuinas organizaciones matrices, la diferencia en “fuerzas” y capacidad de convocatoria será muy desproporcional a favor de ellos. En ese escenario, incluso, más adelante, hasta podrían prescindir de la sigla, que se les “habría sido arrebatada”.
Entonces, así como el Congreso de Lauca Ñ, el Cabildo del 17 de Octubre también podría constituirse en un punto de inflexión en la historia de ese partido. Ese cabildo podría dar señales de la futura correlación de fuerzas entre estas dos facciones. Será una interesante y determinante demostración de fuerzas.
En el parlamento, también, donde existe aún una bancada significativa leal al ala “evista”, la disputa es, y será, intensa entre “radicales” y “renovadores”. Se prevé una acérrima oposición. Una verdadera oposición del bloque “evista”, ya que los “oficialmente” opositores, no trascienden o no existen.
En determinado momento, incluso, esta disputa podría trasladarse a las calles. Ya amenazaron de que, si inhabilitan al caudillo, hasta podrían “incendiar Bolivia”.
Finalmente, es importante advertir que, en política, nada se puede descartar. Según el padre de la Escuela Realista de la Política, Nicolás Maquiavelo, la política siempre gira en función de los intereses. De modo que, por esas circunstancias y contingencias de la política, cuando los intereses, por ahí, vuelvan a ser comunes, nunca se puede descartar la posibilidad de una “reconciliación” y un “abrazo de Charaña”.
Columnas de ROLANDO TELLERÍA A.