Popó de perros sublimes en los parques
No saben la alegría que sentí al enterarme de que en Cochabamba se promueve una ley municipal para obligar a dueños que pasean sus mascotas a levantar las heces fecales de los parques cuando éstos defecan.
Como profesional de salud, considero un tema crucial acciones como éstas, pues si bien existe público muy educado y considerado que desde hace mucho sale con sus cachorros cargando bolsitas para levantar las “travesuras”, a otras personas no les interesa. Dejan sueltos a sus canes y éstos no sólo orinan en cada árbol, esquina o poste, sino que ensucian las veredas y parques sin que a sus dueños se les mueva un cabello.
Obviamente, es parte de la educación ciudadana y respeto al prójimo cada actitud. Pero más allá de la limpieza, las deposiciones animales están compuestas por dañinos parásitos, virus y bacterias que transmiten serias enfermedades a humanos.
Así que la medida de impulsar una multa de 150 bolivianos por cada “caquita” queda corta frente a las bruselosis, toxoplasmosis, tenias o bichos que las personas podemos contraer.
Si bien se trata aún de un proyecto piloto de educación zoosanitaria (que se aplica ya en el parque Fidel Anze), el jefe de la Unidad de Zoonosis de Cercado, Diego Prudencio, fue enfático al indicar que la Ley 1147 (promulgada por el alcalde Manfred Reyes Villa) se extenderá pronto a otros parques y plazuelas, como el Abraham Lincoln y Demetrio Canelas, para posteriormente abarcar todo Cercado.
No debe haber cosa más desagradable que llevar a tus hijos a una plaza, sentarse a jugar con en el pasto y, mientras alguno rueda sobre el manto verde, pisar, tocar o embadurnarse con heces.
Les pasó a mis sobrinos y el relato asqueroso podría sonar jocoso, cuando lo comentaba uno de ellos. Pero mucho más allá de la cochinera y mala educación de los propietarios, es exponer la salud de nuestros niños, adultos y ancianos.
Columnas de LETIZZIA FERNÁNDEZ