¿La derecha contra el kirchnerismo?
Quedamos boquiabiertos cuando el peronista y actual ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, ganó la primera vuelta en las elecciones argentinas. Esto porque ese país tiene un 138% de inflación anual, el 40% de la población vive bajo la línea de la pobreza y debe 44.000 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI).
En días pasados se realizaron elecciones en el país vecino. El peronista Sergio Massa obtuvo el 36,7% de los votos, el ultraderechista Javier Milei el 30% y la conservadora Patricia Bullrich el 23,8%. Ella quedó fuera de la carrera presidencial, pero sus votos son claves para definir quién será el próximo presidente de Argentina, el ganador de la segunda vuelta de las elecciones, el próximo 19 de noviembre.
Luego de escuchar los resultados, Bullrich decidió apoyar al outsider de la política Javier Milei, quien se ha pasado la campaña insultando a sus rivales políticos.
La candidata conservadora, hizo borrón de los insultos de su transgresor e irreverente rival, Milei, quien le dijo que fue una “tirabombas a jardines de infantes” durante su pasado guerrillero montonero. Aquello provocó que la candidata le inicie una denuncia penal.
Bullrich bajó la cabeza, según ella, con el fin de “salvar a la Argentina del kirchnerismo” y porque hace 20 años los Kirchner y Massa los hunden bajo el dominio de un populismo corrupto que está conduciendo a Argentina hacia la decadencia.
Un par de días después de la votación, Bullrich, el expresidente Mauricio Macri, Milei y su hermana se reunieron y tomaron esa decisión sin consultar a los integrantes de Juntos por el Cambio (JxC). Aquello provocó la indignación de miembros de algunos partidos de la coalición que se sintieron traicionados y acordaron no apoyar a ningún candidato a la presidencia. En un comunicado, Propuesta Republicana, Unión Cívica Radical y Coalición Cívica, señalaron que "Ninguno de los dos garantiza un futuro de progreso para Argentina”. Aquello ha provocado una ruptura en JxC.
Otro motivo del desmarque es que muchos adscritos a JxC no están alineados con la decisión de Bullrich no sólo por no consultarles, si no porque consideran a Milei un extremista desaforado que carga su motosierra gritando que hay que reducir el aparato estatal, tema que asusta a los votantes porque mucha gente vive del Estado y se quedarían sin trabajo. También, tiene planeado dolarizar el país y cerrar el Banco Central.
El desquiciamiento de Milei demuestra su poca experiencia y su mal cálculo político porque ahora necesita el apoyo de 6,2 millones de argentinos que votaron por Bullrich, algo que por el momento es difícil de prever si ocurrirá.
Si Milei quiere ganar votos, debe bajar el tono. Ya no carga la motosierra y ofreció el Ministerio de Seguridad a Bullrich y otro a la izquierda, luego de insultarlos de “escoria” y de “mugres”.
¿Por qué ganó Massa? Probablemente porque no solo el aparato estatal es imbatible, sino porque los argentinos tienen al peronismo incrustado hasta el tuétano hace décadas.
El peronismo, a pesar de sus tendencias variopintas, ha ganado 10 de las últimas elecciones presidenciales. Carlos Menem era liberal mientras que Kirchner era de izquierda.
El hecho es que a pesar de que se formen coaliciones, declaren apoyos, hagan negociaciones, lleguen a acuerdos, el que decide es el votante.
La autora es periodista y escritora
Columnas de VERÓNICA ORMACHEA