Planificación urbana, mecanismo para el desarrollo humano
Existe un imperativo categórico entre la ciudadanía y la institucionalidad pública para mejorar en Cochabamba las condiciones de habitabilidad, confort y acceso universal a la vivienda, servicios básicos e infraestructura urbana. Con ese fin se hace inevitable planificar la ciudad en el marco de políticas urbanas que puedan transformar la intención en acción, considerando la toma de decisiones participativa, de alcance universal, e inserta en un plan que facilite el cumplimiento de objetivos debidamente consensuados.
En Cochabamba, la insuficiente planificación revela la presencia de escenarios desordenados, improvisados y caóticos, con suelos expandidos de manera dispersa, restrictivos, segregados y hasta excluidos del derecho a la ciudad, avivando incluso resentimientos sociales que se manifiestan en demandas y conflictos, cuyos impactos y consecuencias resultan altamente costosos para toda la sociedad.
En cuanto a la movilidad urbana, su tratamiento exige regular la relación funcional del tejido urbano, vinculando adecuadamente los diversos segmentos espaciales a través de la intensificación de ejes troncales de alta densidad que configuren linealmente la expansión, con modos de transporte público de amplia llegada a todos los sectores de la ciudad y una estructura vial que posibilite la conformación de un sistema integrado y la incorporación de medios activos alternativos e implementando infraestructura especifica donde convenga la intermodalidad.
Es necesario también incidir en la rehabilitación de áreas centrales históricas deterioradas por la excesiva superposición de múltiples actividades y un alto flujo y frecuencia vehicular. Los atractivos emergentes del urbanismo táctico permitirían refrescar el espacio a través de actividades lúdicas, comerciales, de producción, ferias artesanales, recorridos peatonales culturales, turísticos y gastronómicos, entre otros. Descongestionar el área central como mecanismo para preservar la memoria histórica y cultural impulsaría la generación de acciones de renovación, revitalización o regeneración urbana y el establecimiento de espacios de cohesión social.
Resulta positivo fortalecer la conformación de centralidades y subcentralidades que permitan atender multifuncionalmente diversas actividades en recorridos máximos de 15 minutos, mejorando la atención y propiciando en los citadinos un sentido de pertenencia y empoderamiento de los espacios públicos, coadyuvando en la protección al medioambiente y el control de la contaminación proveniente de vehículos, estimulando el uso de la bicicleta como medio de transporte, la construcción de representativos espacios públicos, bosques urbanos, corredores ecológicos e infraestructura verde asociada con la estructura viaria.
La optimización del comportamiento de espacios públicos y áreas verdes contribuye en la relación con conectores ecológicos en el objetivo de satisfacer la cohesión social y la integración ciudadana en áreas de recreación; el apoyo a la salud integral, equilibrando la distribución de equipamiento público e infraestructura urbana en todo el territorio geográfico en correspondencia con el derecho a la ciudad. Dentro de este lineamiento, una opción consiste en renaturalizar la ciudad mediantelas ampliación de la superficie de área verde por habitante a fin de combatir el cambio climático y los efectos del calentamiento global.
La planificación urbana busca elevar los niveles de calidad de vida de toda la población, en especial de aquellos segmentos empobrecidos, vulnerables y marginados, con el fin de lograr el desarrollo urbano sostenible. Como instrumento técnico-político permite organizar el uso del suelo, orientar el desarrollo socioeconómico en función de una política nacional, regional y municipal y regular las condiciones para su conservación o transformación estableciendo un modelo de ordenamiento multiescalar. El objetivo de habilitar un territorio sostenible para el desarrollo urbano apunta a optimizar la equidad social, la productividad urbana, el acceso oportuno y eficiente a la infraestructura urbana y servicios básicos, como mecanismos que permitan reducir la huella ecológica de los procesos expansivos y la mitigación de los impactos medioambientales que generan.
Es una obligación trabajar la planificación urbana hacia la sostenibilidad, de manera de devolver a la ciudad sus capacidades mediante innovaciones que no alteren su funcionalidad y no saturen los espacios públicos con comercio informal. Es de esperar que las políticas urbanas permitan convertir la agenda estratégica en planes operacionales de establecimiento de la calidad urbana y la convivencia armónica, demandando de las instituciones administrativas una programación y gestión operacional cotidiana que motive la construcción de una agenda como tarea y responsabilidad inicial de todos y la realización de un control y monitoreo eficiente y oportuno para sostener el proceso.
El autor, Ph.D., es investigador del Ceplag – UMSS, mkquiroga@gmail.com
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