73 toneladas
“La hidratación, después de una emergencia es clave, el cansancio y desgaste que sufren nuestros voluntarios luego de varias horas de trabajo es inminente. Gracias Embol por esta valiosa donación de hidratantes, ya que a través de ella están garantizando el bienestar de nuestros bomberos”, dicen los Bomberos Voluntarios UUBR. También dicen que, “uno de los problemas más comunes, luego de atender un incendio, es la molestia en los ojos por las condiciones a las que se exponen” y agradecen a Laboratorios Suiphar Visión, por la donación de colirios.
Ellos trabajan en Santa Cruz sofocando incendios. Sufren con el humo, con las quemaduras y se exponen a la muerte, haciendo el honroso trabajo de apagar los fuegos que manos criminales iniciaron. Reciben ayuda humanitaria de muchas empresas.
¿Pasará lo mismo con el Gobierno? Veamos dónde están destinando esfuerzos y ayuda. Mediante el Decreto 5053, el Ejecutivo autorizó el envío de 73 toneladas (t) de ayuda humanitaria, alimentos, a Palestina con el propósito de brindar asistencia social solidaria.
Vivimos tiempos adversos, obscenos y grotescos, donde el Gobierno prefiere dar rienda suelta a su politiquería de quinta, buscando figurar en el plano político internacional y no se compadece por quienes dan la cara combatiendo los incendios forestales aquí en casa. Tan siniestra es la guerra en Medio Oriente como son las leyes incendiarias que propician las quemas y alientan a quienes las ejecutan.
Otro ejemplo es la reciente negociación con mineros abusivos, que quieren entrar a las áreas protegidas para buscar oro.
¿Cómo es posible negociar con quien te amenaza con cercar a tu ciudad, sólo porque no quiere pagar impuestos y quiere invadir una zona protegida? Esa es la dinámica permanente en Bolivia, el permanente síndrome de Estocolmo donde convives con tu secuestrador de turno (mineros, transportistas, sindicatos) y terminas cediendo porque “así nomás había sido”.
Ojo que la destrucción de zonas protegidas ha sido autorizado por la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) de Tarija y Santa Cruz, poniendo en evidencia la falta de control en la preservación de nuestros valiosos bosques. La ABT de Tarija permitió la deforestación de 4.200 ha en Villamontes y, para empeorar la situación, se han tramitado más de 4.000 ha adicionales en Santa Cruz.
Y aquí la cereza de la torta: Andreina Tolavi, ahora exdirectora del Parque Amboró fue despedida tres días después que denunció plantaciones de coca en esa área natural de manejo integrado. Por supuesto, todo es cuestión de perspectivas, mientras la sociedad decanta esfuerzos en justificar su punto de vista sobre una guerra, un partido de fútbol o la cuota del convite de turno, somos solamente los tristes visitantes de un país que nos robaron de frente y que pagamos por vivir en él a título de impuestos, para que lo peor de la especie humana, termine por destruir lo que Instagram dice que es lindo y turístico. Somos un país de oro.
Columnas de MÓNICA BRIANÇON MESSINGER