Una locura burocrática
El gobierno argentino ( de Javier Milei) lanzó ayer (el miércoles) un decreto que busca derogar y eliminar cientos de restricciones al comercio y a la libertad individual.
Entre las normas más curiosas que los libertarios desean eliminar está la así llamada “Ley de góndolas”.
Se trata de una ley que reglamenta el espacio máximo que una marca determinada puede ocupar en las góndolas (repisas) de los supermercados... 30 por ciento, ni más ni menos.
Los legisladores, incluso, pensaron en reglamentar la altura a la que podían estar ciertos productos.
Una absoluta locura burocrática.
Pienso en la cantidad de funcionarios públicos ocupados en medir repisas y, calculadora en mano, verificar el cumplimiento de la ley. Pienso en el tiempo perdido por gerentes y empleados de supermercado, preocupados por posibles multas y sanciones. Pienso, en particular, en la absoluta inutilidad de estas medidas... que nadie evaluaba, de todas maneras.
¿A quién se le pudo ocurrir semejante delirio de control? Imagino que a gente con una patológica fe en los poderes mágicos del Estado.
Con este tipo de leyes (y de burócratas dispuestos a aplicarlas), ¿en serio siguen creyendo que Milei está loco? Me parece que los dementes están en la acera contraria, diría yo.
(Espero no haber dado nuevas ideas de control a algún burócrata boliviano...).
Columnas de ERNESTO BASCOPÉ