A 17 meses del Bicentenario
A 17 meses de la fecha en la que se cumplirá el bicentenario de la independencia de Bolivia, el 6 de agosto de 2025, parece oportuno preguntarse si esa celebración tendrá al menos un impacto similar al que tuvo la del centenario de la fundación del país.
“La celebración del primer centenario de la independencia, el 6 de agosto de 1925, fue uno de los acontecimientos festivos más importantes del siglo XX. Se presentó un amplio programa que duró casi un mes, cuyo punto central fue la Exposición Industrial Internacional que contaba con los pabellones extranjeros”, se lee en un artículo titulado “6 de agosto, la fiesta cívica más importante de los bolivianos”, escrito por Evgenia Bridikhina y publicado el 6 de agosto del año pasado en el diario paceño La Razón.
Hace 100 años; es decir, el 9 de febrero de 1924, los periódicos anunciaban los avances en la construcción de obras que habían sido previstas para inaugurarse con motivo de la celebración del centenario.
Entre los hechos destacados del año del Centenario, están la creación de la condecoración nacional Orden del Cóndor de los Andes, de la primera línea aérea boliviana, Lloyd Aéreo Boliviano, una de las primeras de Sudamérica. También se instaló la primera fábrica textil en el país, se inauguraron los servicios de alcantarillado en la ciudad de La Paz y el primer sistema de agua potable por cañerías en Santa Cruz de la Sierra.
Hubo otras obras departamentales y nacionales que no se terminaron a tiempo, pero el impacto de aquella celebración quedó grabado en la memoria nacional, como lo atestiguan varias obras de historiadores.
Eso fue posible gracias a la previsión con la que se trabajó ya que los proyectos fueron manejados desde por lo menos 1915. En realidad, la planificación comenzó cuando terminaron los festejos por el centenario de las gestas libertarias; es decir, desde 1909 y 1910.
Ahora, estamos en el cuarto año del “quinquenio (2020-2025) de preparativos del Bicentenario de la fundación de Bolivia”, como lo establece la “Ley del Bicentenario del Estado Plurinacional de Bolivia”, promulgada por el presidente el 17 de noviembre de 2020.
Esa ley crea también el Consejo Nacional del Bicentenario encargado de formular el Plan Estratégico Nacional del Bicentenario que apunta a impulsar “obras de alto impacto económico y social” que serán entregadas en cada departamento.
La ley encarga al Consejo “priorizar el desarrollo de los siguientes ejes temáticos: Infraestructura. Salud, educación, ciencia y tecnología. Asuntos económicos. Asuntos sociales, culturales, turísticos y deportivos”, vasta tarea a realizarse en un tiempo que parece escaso para ese propósito y se anuncia complicado por los afanes preelectorales.