La prueba de fuego de los aspirantes a presidente
La selección del candidato mejor posicionado para ganarle al MAS no depende tanto de su propuesta de gobierno, por buena que sea. Depende de que se mida bien el apoyo que tiene entre los votantes de oposición. Una pequeña parte de ese apoyo puede depender de cómo defienda su propuesta en un debate.
Después de 18 años es hora de que nos demos cuenta de cómo funciona el supuesto programa de gobierno del régimen neopopulista. El marco global de la contra propuesta de oposición es muy sencillo. Consiste en arrancar ante los votantes los tres taparrabos con los que se disfraza la autocracia masista.
Un falso indigenismo, un falso socialismo y una falsa democracia son los tres disfraces que la sustentan. Sus estrategas aplican tres trucos para hacernos creer que sus tres disfraces son tres componentes de un verdadero programa de gobierno: lanzan un remedo de combate al racismo, entablan un ilusorio combate al capitalismo y pregonan un falaz combate a lo que llaman la partidocracia.
Las propuestas de la oposición deben centrarse primero en reponer una verdadera democracia, segundo en replantear una verdadera combinación de sociedad libre con Estado no abusivo, y tercero en diseñar y ejecutar a mediano plazo un programa de conversión en verdaderos ciudadanos de los indígenas que los caudillos del MAS pastorean como su rebaño de ovejas.
Dentro de ese marco integral se pueden proponer maneras de reducir el déficit fiscal, aumentar los ingresos, sincerar la estafa que pasa por educación fiscal, encarar los problemas de salud, mejorar la infraestructura caminera, desarrollar una política exterior independiente y muchos otros temas de importancia sectorial.
La mayoría de los votantes, incluyendo a los opositores más educados, no estudia ni compara las propuestas de gobierno que aparecen en forma escrita. Para que les llegue se las debe presentar en un marco más accesible. Ese marco lo brinda una serie de debates entre los principales precandidatos.
En atención a estas realidades vuelvo a exponer un procedimiento claro y sencillo para determinar cuál precandidato sería el que pueda recibir mayor apoyo el 2025. Bienvenida una mujer si resulta ser la finalista de los debates propuestos en varias etapas de este proceso:
Los precandidatos responsables firmarán un acuerdo prometiendo respetar los términos y resultados de este proceso y brindar su apoyo al que salga ganador. Los firmantes designarán una comisión técnica compuesta de profesionales intachables e imparciales para conducir los detalles técnicos del proceso.
La comisión técnica seleccionará varios grupos de empresas encuestadoras en consulta con los precandidatos para asegurar que no se parcialicen con ninguno de ellos. Al menos dos empresas llevarán a cabo diferentes encuestas en cada etapa de este proceso. Estas encuestas se financiarán mediante contribuciones de los precandidatos y donaciones obtenidas de otras fuentes por la comisión técnica.
La comisión técnica contratará una primera tanda de encuestas que definirá los seis precandidatos que pasarán a la siguiente etapa. Los que no pasen este primer filtro (previo a los debates) quedarán fuera de esta contienda.
Este primer grupo o tanda de encuestas se basará en una muestra representativa de todos los votantes inscritos en el padrón electoral, sean independientes, opositores o masistas.
Los encuestadores les preguntarán a quién quisieran tener de candidato presidencial el 2025.
Muchos escogerán entre Evo Morales y Luis Arce. Otros escogerán a uno de los aspirantes de la oposición. Para la oposición será útil tener una medida aproximada del apoyo relativo de Arce contra Morales en el momento de estas primeras encuestas, ni qué decir de la suma de sus respectivos apoyos.
Lo más importante de este primer grupo o tanda de encuestas es que sus resultados determinen los seis precandidatos de oposición que pasarán a un primer debate donde entrarán en juego las propuestas de gobierno. Los resultados de este primer debate serán evaluados por una segunda tanda de encuestas.
Los que obtengan los tres primeros lugares en la segunda tanda de encuestas pasarán a un segundo debate. Inmediatamente después de este segundo debate se realizará la tanda final de encuestas que determinará el candidato mejor posicionado para enfrentar al MAS en 2025.
Las tandas de segundas encuestas y de encuestas finales se basarán en una muestra de los que respondan a una lista de preguntas que pruebe que escucharon el debate respectivo. Una vez comprobado que lo escucharon, los encuestadores les harán la siguiente pregunta:
“Basándose en su evaluación de este debate, ¿a cuál de estos participantes quisiera tener de candidato presidencial de la oposición en 2025?”.
La comisión técnica determinará el formato, los temas, los moderadores y las fechas de los debates. Lo que se espera de estos debates es que sirvan para que los votantes escojan al candidato que les caiga mejor y les ofrezca un programa de gobierno que los convenza.
La comisión técnica procurará que los debates sean patrocinados por la Asociación Nacional de Periodistas, la Confederación de Empresarios Privados, la Conferencia Episcopal, el Comité de Defensa de la Democracia, las asociaciones de profesionales y otros grupos interesados.
La comisión técnica dispondrá que la videograbación de cada debate esté disponible en las redes sociales, que cada debate sea transmitido en vivo y en directo por las radios y las televisiones interesadas y sea cubierto por los medios impresos y digitales independientes, previa una intensa campaña que publicite su importancia, fecha, contenido y participantes.
El finalista de este proceso participará bajo su propio partido o alianza en las primarias que la ley exija y cumplirá con todos los requisitos legales para presentarse a las elecciones de 2025. Si no tuviera una sigla propia, varios partidos y alianzas se la ofrecerán al darse cuenta que probó ser el mejor candidato.
Los partidos y alianzas de los precandidatos que no salgan finalistas de este proceso formarán una gran alianza en apoyo del candidato ganador. Se integrarán con sus propuestas de gobierno a las comisiones en las que se determinarán las listas de candidatos a la Asamblea, se redactará la propuesta definitiva de gobierno y se diseñará una estrategia conjunta de campaña electoral.
La comisión técnica invitará al candidato del gobierno y al candidato que pudiera surgir de otras facciones del MAS para que participen en una nueva serie de debates con la persona nombrada por este proceso.
En estos debates las propuestas de gobierno dejan de ser un ejercicio académico. Siempre se corre el riesgo de que la labia de algún hábil demagogo le caiga mejor a una mayoría de los votantes que unas excelentes propuestas. El desafío para un político de verdad es saber cómo se vende una propuesta seria a un público que apenas presta atención a estas cosas.
La precandidata Amparo Ballivián y el diputado de Comunidad Ciudadana Carlos Alarcón presentaron sus propios procedimientos para escoger el candidato más fuerte de la oposición. Los precandidatos que se consideren serios no pueden seguir ignorando estas sugerencias.
Esta sugerencia es una prueba de fuego para la capacidad de la oposición y de sus precandidatos de ponerse de acuerdo en un sencillo mapa de ruta que los aleje de las derrotas a las que se han acostumbrado durante casi dos décadas de elecciones presidenciales.
Columnas de WALTER GUEVARA ANAYA