Héctor Garibay, de élite
Nos acercamos al viernes 26 de julio, día en que tendrá lugar la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos 2024 en París.
Cada cuatro años, quienes seguimos el deporte en general, aguardamos esperanzados una buena actuación de algunos deportistas nuestros que acuden a tal cita.
A diferencia de muchas olimpiadas anteriores (Bolivia ya participó en 15 versiones), esta cita de París tiene un ingrediente distinto con la participación del corredor Héctor Garibay, quien se constituye en hito del atletismo boliviano al participar por mérito propio habiendo cumplido la exigente marca mínima para el maratón
Si bien Bolivia tuvo participación en algunas disciplinas del deporte base en citas anteriores, esto fue posible gracias a invitaciones (wild cards) que emite el Comité Olímpico por el sentido de universalidad que permite participación de países cuyos atletas no logran marcas mínimas. La excepción fue Río 2016, donde algunos si lograron marcas mínimas.
Serán 80 los corredores en el maratón del día sábado 10 de agosto y en la lista de clasificados con tiempo inferior a la mínima, nuestro corredor está en el puesto 59 entre 64 elegidos por mérito propio. A esto se sumaran una veintena más de corredores por invitación (wild card).
Estos 64 atletas son la élite mundial del momento y nuestro representante está en medio de ellos. Y claro que se ubica ahí por méritos enormes. Desde aquel triunfo en el maratón de Buenos Aires en 2021, con 2 h. 11 m. 59 s. (destrozando de lejos las 2h. 17 m. 49s. de Rodrigo Camacho luego de 37 largos años). En febrero de 2023 lograría la marca de 2h.7m. 44s. en Sevilla asegurando su pase olímpico; y un resonante triunfo fue en octubre del pasado año en México, implantando nuevo récord de aquella prueba con 2 h. 8m. 23s.
Debe enorgullecernos que Garibay este codeándose el 10 de agosto en la línea de partida con leyendas vivientes del maratón como son el keniata Eliud Kipchoge y el etiope Kenenisa Bekele, además de tremendos runners actuales de la distancia mítica como Benson Kipruto y Alex Mutiso por Kenia, y Sisay Lema junto Tamirat Tola por Etiopía.
Este solo hecho ya es un triunfo enorme del orureño y seguramente pasaran muchos años antes de que surja un heredero maratoniano de sus kilates. Entre tanto, disfrutemos del momento de gloria que ya estamos viviendo a semanas de la olimpiada.
¿Qué pasará en el maratón olímpico? La respuesta la tendremos aquel mismo día al final de la contienda. De seguro queremos un triunfo, pero habrá que reconocer que en la élite mundial están enormes corredores y, también con tiempos increíbles, pero…
Un maratón olímpico tiene sus propias características. Para empezar no hay pacers (liebres) que impongan tiempos y marquen ritmos. La altitud parisina, el clima de ese día: nublado, soleado o viento; el ambiente, distracción del público, etc. además de fortuitas lesiones, leves o graves, influyen en el resultado final.
Si bien el legendario Eliud Kipchoge tiene un tiempo de 2h. 01m. 39s. logrado en 2018 , ganó las maratones olímpicas de Rio 2016 con crono de 2h. 08m. 44s. y la de Tokyo 2020 con 2h. 08m. 30s. Recordemos que nuestro Garibay ganó en la carrera internacional de México con 2h. 08m. 23s.
Comparemos y veamos que el “puma andino” es de élite y nos permite soñar en una buena actuación. Lo que logró hasta ahora ya lo convierte en uno de nuestros grandes héroes deportivos, y más allá del resultado, deseamos que culmine la carrera con la dignidad intacta de un boliviano. Que corra como sabe hacerlo y ese será nuestro triunfo. Dios acompañe a Héctor.
Columnas de JOSÉ MATEO GAMBARTE FLORES