Un pasaje racional
¿A cuanto debería subir el pasaje urbano si se aplica un incremento racional? Esta fue la pregunta formulada por este medio hace unos días a sus lectores, a través de las plataformas digitales, con las opciones de 2,20 bolivianos, 2,50 y 2,70, a las que se además se añadió la posible respuesta “No debería subir”. Curiosamente ganó esta última opción con más de 67 por ciento de los votos.
Está claro que la población no desea que suba el pasaje, así se trate de 20 centavos, pero está claro también (a riesgo de asumir una posición impopular), que, con el tiempo, todo sube: los precios del pan, de los alimentos, de los artículos de primera necesidad, el índice de precios al consumidor está en permanente alza, en permanente inflación. Era obvio también que subiera el costo de operaciones del transporte público urbano. La pregunta de fondo es a cuánto debería subir ese pasaje sin que ello represente un golpe a la economía de la población, pero tampoco a la de los transportistas, que se ven afectados también con el incremento de precios. La población deberá entenderlo así. ¿Que otros productos también subirán sus precios en cadena, incluyendo los pasajes de otras rutas? Probablemente, sí. Por eso, hay que guardar la cautela desde ambos extremos. Por eso se habla de un incremento racional.
Por ello, tanto la Alcaldía de Cochabamba como el sector del autotransporte elaboraron sus propios estudios. Así, el informe municipal identificó una tarifa “razonable” de 2,17 bolivianos, que en los hechos podría traducirse en 2,20 bolivianos (dos bolivianos con 20 centavos). Del otro lado, los transportistas plantearon incluso tarifas de 2,70. Probablemente, su estrategia era plantear ese extremo para negociar y llegar a 2,50 bolivianos o a 2,40, que en los hechos hubiera sido lo mismo. ¿Quién se molestaría en devolver o reclamar un cambio de 10 centavos con los que ya no se compra nada? Después de todo, ya ocurrió eso cuando se acordó un pasaje de 1,90 y en los hechos se terminó cobrando 2 bolivianos.
Durante la reunión del Comité Municipal de Transporte de Cochabamba, se debatió sobre la base del estudio que fijó una “tarifa técnica” de 2,17 bolivianos, 14,2 por ciento más cara que la tarifa oficial actual: 1,90 bolivianos y 13,5 por ciento más que el aceptado “de facto” de 2 bolivianos.
No hubo resultado definitivo, es cierto, y tanto la Federación de Juntas Vecinales como los miembros de Control Social, anunciaron consultar con sus bases.
Aquí, una vez más hacemos votos por que prime la cordura y se imponga la racionalidad, a fin de que no se trate de una oposición ciega, que sólo busque aprobación popular, sino que el nuevo pasaje responda a las bases del estudio técnico y sea, a la vez, fruto de un consenso.