Explotación del litio: ¿beneficios para quién?
Estos últimos días, son motivo de discusión los contratos poco claros relacionados con la explotación de litio de territorio boliviano.
¿Qué es el litio? Es un metal alcalino que existe en la naturaleza mezclado con otros compuestos y se utiliza en la fabricación de baterías, cerámica, vidrio, lubricantes y en algunas medicinas para tratamientos de bipolaridad.
El litio está distribuido en la naturaleza, el 85% del existente en el mundo se encuentra en el denominado “triángulo del litio” que incluye los salares: de Atacama, en Chile, del Hombre Muerto ,en Argentina, y el de Uyuni en Bolivia.
La extracción del litio es un proceso que requiere, entre muchos otros elementos, el uso de agua dulce; los procesos de extracción e industrialización se correlacionan además con la presencia de residuos. La extracción del litio desde la salmuera natural implica el impulso o bombeo de la salmuera desde debajo de su superficie a estanques para evaporación; esa evaporación vuelve más concentrada la salmuera en cada etapa, y tras evaporaciones en estanques sucesivos, se procesa y convierte en carbonato de litio, que es el material que se utiliza para las baterías recargables.
Se tiene la experiencia del salar de Atacama, donde se han identificado disminución de tierras subterráneas y hundimiento de las mismas. Algunos estudios demuestran (Dicyt: Agencia iberoamericana para la difusión de la ciencia y tecnología) que entre los residuos hallados se encuentra el arsénico y un estado ácido de la salmuera a medida que se realiza mayor extracción; por tanto esto tiene implicancias en corto y largo plazo en la vida de todo ser vivo que consuma los alimentos regados con aguas contaminadas con estos residuos, teniendo además en cuenta la bioacumulación, el acúmulo de sustancias tóxicas en los organismos afectados. Es menester mencionar que el consumo de agua con arsénico aumenta en gran medida el riesgo de sufrir cáncer y enfermedades que afectan la piel y el sistema nervioso central.
Existen investigaciones que disminuyen, mediante biotecnología, los tóxicos residuales, por lo que es importante tener presente estas opciones que hoy en día existen, y que permiten la explotación de este mineral de forma sostenible y responsable, sin lesionar la gran biodiversidad aledaña a los salares.
La extracción de litio boliviano está en discusión, el Gobierno ha firmado contratos con una empresa rusa y otra china (existencia en duda según la investigación de la diputada Luciana Campero) y la Asamblea Legislativa no trató esté tema en el pleno de la Cámara Baja. El método de obtención del litio es otro, denominado Extracción Directa.
Los contratos no tienen claridad en términos económicos, ganancias o pérdidas para el país, y menos se han explicado los mecanismos que se utilizarán para disminuir o tratar los asuntos relacionados al hundimiento probable de las zonas explotadas del salar. Tampoco se ha hablado del tratamiento de las aguas en la zona ni del manejo de los residuos de las plantas extractoras de litio, esto asociado a las posibles consecuencias medioambientales y sanitarias.
Esto representará gastos en términos de diagnósticos, tratamientos y rehabilitaciones afectando la calidad de vida de las personas, animales y plantas, siendo también importante asignar, de las supuestas ganancias de la explotación del mineral, recursos económicos específicos para daños en la salud y el medio ambiente.
Columnas de CECILIA VARGAS VÁSQUEZ