¿Un día para la familia?
¿Un día para la familia? Sí, cada 15 de mayo se conmemora el Día Internacional de las Familias y aunque no es una fecha que esté muy presente en el calendario de las personas, es una oportunidad para que las instituciones hagan un llamado para proteger a los niños, como un sector vulnerable, y se reflexione sobre la importancia de los lazos familiares.
El movimiento para dedicar un día del año a la familia surgió en la década de los 80 y, en 1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas lo proclamó como oficial y remarcó que la familia continúa siendo el núcleo central de cualquier sociedad.
Con esta fecha, se busca revalorizar la importancia de esta institución de la sociedad para el desarrollo pleno de las personas. En gran medida depende de este espacio el que los seres humanos logren integrarse de manera sana y completa en su entorno y, de esta forma, respetar las normas de convivencia.
El lema este año es “Políticas orientadas a la familia para el desarrollo sostenible: hacia la Segunda Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social 2025”.
En Bolivia, los feminicidios e infanticidios son dos flagelos que hieren a la familia. Con los asesinatos de mujeres se dejan huérfanos a decenas de niños. Varios suelen ir a centros de acogida, donde están al cuidado de organizaciones no gubernamentales. Sólo el año pasado, 37 niños y niñas quedaron huérfanos de madre por los feminicidios en Cochabamba, según el Observatorio de Justicia de la Fundación Voces Libres.
Esas cifras y el estado de indefensión, especialmente de los menores de 18 años de edad, son una razón para impulsar una ley de huérfanos y políticas públicas de prevención de la violencia intrafamiliar.
El Día Internacional de las Familias se celebra para generar conciencia en la población sobre el papel que tiene la familia en la educación y la formación de los hijos desde la primera infancia y para fomentar los lazos familiares y la unión en el hogar.
Como muchos aspectos de la vida, la familia no está libre de amenazas y cambios. Por ello, se la concibe como un grupo de personas que está unida por vínculos consaguíneos y afectivos y que, por lo general, viven juntas. En la actualidad, ese concepto se modificó por las transformaciones sociales y por las características particulares de cada grupo, según los impulsores de esta fecha.
En un tiempo marcado por los cambios, es esencial que las instituciones fortalezcan los programas de atención para las familias más vulnerables y así evitar el abandono y la desintegración.