Manejo del contagio es clave para que la situación en Bolivia se “normalice”
La situación en Bolivia puede normalizarse en julio o arrastrarse hasta octubre. Un estudio estadístico de proyecciones, realizado por el biólogo estadista Gonzalo Durán analizó el virus en los primeros 40 días desde el primer caso en el país. Proyectó tres escenarios que dependen del manejo de los contagios y la detección de casos de manera oportuna.
El profesional hizo el análisis cuando en Bolivia se tenía 493 casos reportados y 31 fallecimientos. Observó que la transmisión se redujo desde la cuarentena del 22 de marzo, pero subió nuevamente desde el 12 de abril.
Esto se mide a partir de un índice denominado “Número Reproductivo” (RT) que corresponde al nivel de transmisión de la enfermedad y lo ideal es que esté lo más cerca de 0 posible. Actualmente fluctúa entre 1,28 y 1,38, según el documento que el biólogo entregó al comité científico en el cual se encuentra la Gobernación.
El secretario departamental de la Madre Tierra, Alan Lisperguer, explicó que el documento habla de tres escenarios según el RT. El primero es en caso de lograr estar con 0,9 o menos.
En esta situación, la curva se estabilizaría con 1.250 contagios a nivel nacional y llegarían a un nivel mínimo entre mediados de junio y finales de julio.
El segundo escenario es en caso de que la transmisión esté alrededor de 1. En este caso, la reducción de casos sería más lenta hasta octubre y alcanzando un número de 2.800 casos positivos, explicó Lisperguer.
Finalmente, el tercer escenario es en caso de tener contagios equivalentes a 1,3. Sería el más nefasto de los tres, pues “se esperaría un crecimiento exponencial en un número de casos sin poder estimar el pico de estabilidad en este escenario”, indicó Lisperguer.
Este documento será presentado por la Gobernación al Ministerio de Salud. Una de las recomendaciones es identificar tantos casos sean posibles, pues un 80 por ciento son asintomáticos. Sin embargo, en estos momentos desde el gobierno central se ha dado la orden de sólo hacer pruebas a quienes tienen síntomas.
“Se tiene que invertir y reforzar la toma de muestras. Así se podrá identificar la enfermedad a tiempo y no tener que esperar a que la persona necesite ser hospitalizada”, observó Lisperguer.
Asimismo, encontró que los momento de mayor crecida de casos fue en el que se anunció el encapsulamiento de zonas, pues la gente se volcó a los mercados provocando aglomeraciones. El documento también refleja la necesidad de mejorar las estrategias de comunicación para reforzar las medidas de lavado de manos y el distanciamiento social. Ambos aspectos que son más incumplidos por la población.