En su informe de gestión, Arce asegura que cumplió compromisos y ataca al Gobierno transitorio
El presidente Luis Arce emitió este lunes un encendido discurso en su informe de primer año de gestión, en medio de gritos y agresiones de los legisladores que se dieron cita a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) en La Paz.
A la par, el primer mandatario usó muchos adjetivos para descalificar a la administración de Añez: Las freses más usadas por el mandatario fueron: "gobierno de facto", "gobierno incapaz" y "gobierno golpista".
"Este 8 de noviembre, podemos decir que estamos cumpliendo con el compromiso que adquirimos con el pueblo de generar estabilidad, volver de la senda del crecimiento económico con justicia social, avanzar en la industrialización por sustitución de importaciones, luchar contra la pandemia con soluciones estructurales y coordinadas que no paralicen nuestra economía. como las vacunas para toda la población. mejorar la calidad educativa de nuestra niñez adolescencia y juventud, así como no claudicar en el camino de la memoria la verdad y la justicia", dijo Arce como corolario de su discurso.
Aseveró que está en el gobierno no solo para administrar el Estado sino para transformarlo. Aseguró que no traicionará el sentimiento del pueblo boliviano que lo eligió en octubre 2020.
"Pudimos cometer errores, pero nuestra convicción firme de servir al pueblo boliviano con humildad nos conduce a que estos serán enmendados", aseveró.
El mandatario también, al cumplir su primer año de gestión, convocó al pueblo "a ratificar su confianza en nuestro proceso de cambio, rectificando lo que tenga que ser rectificado y profundizando todo lo bien que hemos hecho".
El discurso de Arce fue marcado por la intensa silbatina y gritos que se produjeron de parte de parlamentarios. Opositores, varios con silbatos en la boca, expresaron su protesta, mientras que oficialistas respondieron con gritos de apoyo al mandatario.
"Entre marzo 2020 y 7 de noviembre de 2020, el gobierno de facto realizó sólo 195.194 pruebas para detectar el COVID19, mientras que entre el 8 de noviembre de 2020 y 31 de octubre de 2021 se alcanzaron más de 2 millones de pruebas COVID", señaló el Presidente.
"La incapacidad de manejar la crisis sanitaria del gobierno de facto, la falta de insumos médicos, medicamentos, oxígeno, pruebas PCR, personal capacitado se tradujo en cifras estremecedoras de letalidad, que a pesar de adoptar cuarentenas no avizoraba esperanza para el pueblo", fue una de las primeras observaciones que hizo Arce desde la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) donde ofreció su primer informe de gestión.
"Desde que recuperamos la democracia, hemos mejorado el acceso a la salud. En la actualidad tenemos más de 5,8 millones de bolivians protegidos por el SUS", afirmó.
"Nuestra patria requiere que estemos con el sentir de las familias bolivianas, la economía no puede estar parada un solo día. En ese sentido, en concordancia con el mandato, haré énfasis en las mayores preocupación de la población".
"El gobierno de facto deterioró la relación con países como México, Cuba y China y se alineó a la política exterior de las potencias. Bolivia perdió toda presencia internacional", dijo el mandatario.
"Quebraron muchas empresas, aumentó el desempleo, se multiplicaron los pobres. Hace un año enviamos un mensaje de certidumbre al país, que día a día trabajan honestamente", dijo Arce.
El presidente destacó que en el primer año de su gobierno se ha mejorado la lucha contra la pandemia. "En el gobierno de la derecha golpista, un paciente tenía que pagar entre 1000 y 1.500 para hacerse una prueba y tenía que esperar hasta tres meses por el resultado, pero nosotros dimos prueba rápida y gratuita".
"El gobierno de facto cerró el ministerio de deportes, lo llamó gasto absurdo, algo que tuvimos reconstituir", dijo el presidente.
"Durante el periodo del Gobierno de facto, se observó un retroceso en los resultados obtenidos en gestiones pasadas, incrementando el nivel de la pobreza extrema a 13,7 por ciento y la pobreza moderada a 39 por ciento. Por esto, se inició a pagar, en diciembre de 2020, el Bono Contra el Hambre 4.035.773 de personas, cuyo costo total ascendió a 4.036 millones de bolivianos", dijo.