Voluntarios: dedicación y pasión por ayudar a los que más necesitan
Alejandra Molina
Para ser voluntario no existe un perfil determinado; todos pueden formar parte de este grupo de personas cuyo único objetivo es ayudar a los que más lo necesitan. Entre las organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan con voluntariado en Cochabamba, encontramos el refugio Gamaliel y el grupo voluntario de salvamento Bolivia, más conocido como SAR.
En 2018, Nicol Fernández escuchó que el refugio Gamaliel buscaba voluntarios para atender a los canes afectados tras la mazamorra en Tiquipaya y desde entonces acude al centro semanalmente.
Ella compagina sus estudios universitarios y trabajo con el voluntariado. Cocina, sirve, limpia y, sobre todo, brinda amor a los perros rescatados.
“Hacemos cosas que nunca pensamos hacer. Por ejemplo vender, cocinar y salir con latitas a pedir dinero. Hacemos de todo. Tuvimos que aprender a la fuerza para mejorar el refugio”, relató Nicol.
Gamaliel funciona con 22 voluntarios activos que siguen turnos fijos de mañana y tarde durante los siete días de la semana para asegurarse de que los animales sean alimentados. También existen los voluntarios eventuales que acuden con menos frecuencia pero que apoyan en lo que pueden.
A pesar de los esfuerzos que realizan, se ven superados ya que todos los días llegan nuevos canes en condiciones vulnerables. Por eso invitan a la población cochabambina a adoptar a los perros del centro, aportar donaciones o realizar voluntariado. Para ser parte del equipo, Nicol recomienda usar ropa vieja para realizar las tareas más cómodamente y sin temor a ensuciarse, gorra para el sol, agua y muchas ganas de ayudar.
“Sería lindo que cada persona que tiene un poquito de tiempo libre lo destine en una buena causa”, recalcó.
SAR Bolivia
Bajo el lema “para que otros puedan vivir”, el grupo voluntario de salvamento Bolivia (SAR) funciona en Cochabamba desde hace 34 años. Los miembros son entrenados en el área médica y de rescate.
Nancy Noya, de 72 años, llegó hasta el centro SAR para realizar un curso de primeros auxilios y por casualidad escuchó cómo los voluntarios reunían dinero para cargar gasolina, esto la conmovió y habló con ellos para saber cómo podía colaborar. Desde entonces han pasado 17 años y Nancy aún mantiene su pasión por el voluntariado.
“Yo creo que tengo un motivo muy especial. Perdí a mi mamá a los 4 años, enfermé con reumatismo, estuve dos años en silla de ruedas. No he conocido el cariño y eso creo que es lo que me ha volcado (a ser voluntaria)”, contó.
El SAR Cochabamba recibe de tres a cinco llamadas de emergencia a diario, muchas de ellas son atendidas por Nancy, que no permite que su edad sea un impedimento para ayudar a otros y tampoco está en sus planes retirarse en un futuro próximo.
“Va a depender de Dios y de mí. Porque no voy a esperar a la muerte sentada, la voy a hacer corretear”, declaró.
Este año, los voluntarios del SAR Cochabamba consiguieron el apoyo de Nacional Seguros, por lo que cuentan con cobertura en gastos médicos en caso de salir lesionados durante su servicio. Esto supone un gran avance, ya que antes era responsabilidad de cada voluntario pagar sus curaciones. Aún así buscan el apoyo de la población para comprar equipamiento, debido a la cantidad de casos que atienden y la gravedad de ellos. Además tienen un precio alto.
“Para formar parte de SAR Bolivia, los requisitos son: ser mayor de edad, inscribirse en el curso de entrenamiento de siete meses que tiene un costo de 150 bolivianos y tener voluntad”, informó Jhonatan Hoyos, jefe de SAR Cochabamba.
En febrero de 1985, la Asamblea General de la Organizaciones de Naciones Unidas (ONU) declaró el 5 de diciembre el Día Internacional del Voluntario en reconocimiento a la ardua labor desinteresada que realizan.
REALIZAN CAMPAÑAS PARA CONSEGUIR RECURSOS
REDACCION CENTRAL
El refugio Gamaliel y el SAR realizan variedad de actividades a lo largo del año para recaudar fondos. Así, las organizaciones se sustentan gracias al aporte ciudadano.
En la época de invierno, los voluntarios de Gamaliel recorren la carretera que une Oruro-Cochabamba para abrigar a los perros callejeros de la cumbre y también llevan juguetes y ropas para regalar a los niños de los pueblos cercanos.
Además, todos los sábados realizan venta de comida y poleras que ofrecen en el refugio ubicado en la avenida Beijing esquina D’Orbigny.
Todo lo obtenido es destinado para cubrir los servicios veterinarios, alimento y pagar insumos, porque las donaciones no siempre llegan.
Por su parte, el grupo de voluntarios de salvación Bolivia se encuentra en campaña de recaudación los 365 días del año. Reciben donaciones en su sede ubicada en la avenida Gualberto Villarroel y ahora también salen a caminar con latas para pedir el aporte de los transeúntes de Cochabamba. De forma paralela a las emergencias también realizan otras acciones altruistas.
“El dinero no alcanza, pero aún así hacemos campañas para ayudar a otros sectores desfavorecidos”, informó Bernardo Araníbar, coordinador del SAR Cochabamba.
Es así como cada enero realizan una recaudación de víveres y juguetes para transportar a la localidad de Maycu Mayu, donde son bien recibidos por los niños del lugar.
Los voluntarios no reciben apoyo de autoridades ni del Estado.