Marco Aramayo, el exdirector que denunció el millonario desfalco del Fondioc y que murió agobiado por procesos
Marco Antonio Aramayo falleció este martes en el Hospital de Cotahuma, en La Paz. El exdirector del Fondo Indígena fue internado en terapia intensiva el pasado jueves debido a un paro cardiorrespiratorio que le dio mientras estaba en la cárcel.
Aramayo fue director del Fondo Indígena (Fondioc) entre 2013 y 2015. En 2016 denunció un millonario desfalco en esta institución, pero pasó de ser denunciante a ser denunciado. Un mes después de dejar el cargo ya enfrentaba 120 denuncias. Al morir tenía más de 200 procesos en su contra. En los últimos años pasó por 50 cárceles del país.
El Fondo Indígena (Fondioc) fue creado en el gobierno de Evo Morales y liquidado después de que se descubrió un desfalco millonario que implicó a exdirectores, líderes de sectores sociales del MAS y ministros como Nemesia Achacollo.
No obstante, el único detenido por la desaparición de al menos $us 170 millones del Estado boliviano fue Aramayo.
Aramayo fue director del Fondioc entre septiembre de 2013 y febrero de 2015 y su rol fue clave para esclarecer a dónde fueron a parar los millones de bolivianos: a cuentas de dirigentes de las organizaciones sociales del MAS.
No obstante, la Fiscalía evitó perseguir a los aliados del Gobierno y abrió procesos contra Elvira Parra, exdirectora del Fondioc; Felipa Huanca, excandidata del MAS, y las exministras de Desarrollo Rural Julia Ramos y Nemesia Achacollo.
Sin embargo, el único que permaneció detenido fue Aramayo pese a que la información que entregó fue clave para la investigación.
En un hecho inédito, el exdirector del Fondioc tiene al menos 259 juicios en su contra por incumplimiento de deberes, contratos lesivos al Estado, conducta antieconómica entre otros por el desfalco de más de 1.000 millones de bolivianos.
Los otros directores y miembros del directorio no fueron sentenciados pese a evidencias como los depósitos en cuentas personales de dirigentes que respaldaron a Evo Morales en campañas electorales.
El "modus operandi" del desfalco fue el desembolso de altas sumas de dinero para la ejecución de proyectos de desarrollo o capacitación, pero estos se consolidaron en una parte o hubo sobreprecio o simplemente los beneficiarios desaparecieron con los recursos.