Observan viaje de Arce a la ALBA en Cuba porque no beneficia al país
La participación del presidente Luis Arce en la XXII Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) que se realiza en Cuba sólo tiene fines ideológicos y políticos y ningún beneficio que pueda traducirse en proyectos de desarrollo para Bolivia, según analistas.
La Cumbre de la ALBA-TCP reunió a las representaciones oficiales de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Mancomunidad de Dominica, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, y Santa Lucía, además de Bolivia.
El analista político Carlos Alberto Goitia señaló que la reunión de países es muestra de fortaleza de un modelo que está en contracorriente a la democracia “a través del discurso que no va acompañado de políticas inclusivas y de respeto de los derechos humanos”.
Para Goitia, la amistad de los pueblos cubano y boliviano debe fortalecerse, y para ello son importantes las visitas y reuniones de sus Gobiernos; sin embargo, “estos encuentros deben ser para expresar el repudio del pueblo boliviano por privar a su gente de los elementos esenciales de democracia, impedirles la protesta, la liberta de expresión y la libertad de prensa, la intolerancia y persecución”.
Señaló que, por encima de simpatías personales de Arce o su partido con el partido cubano en gobierno, debería primar los intereses de los pueblos boliviano y cubano. “El viaje de Arce enfatiza un componente político partidario, simbólico, hasta cómplice”, sostuvo.
Vergüenza
El analista Franco Albarracín considera que la presencia de Arce en Cuba responde estrictamente a una tendencia ideológica pero radical, ya que son “países que tienen antecedentes de cometer graves vulneraciones a los derechos humanos, lo cual es vergonzoso porque han sido condenados por el Concejo de Derechos Humanos y por organismos internacionales de Derechos Humanos”.
A juicio de Albarracín, son relaciones que no aportan “absolutamente en nada al país, ni siquiera en términos económicos. De qué podría servir el viaje del presidente Arce a Cuba, si no es únicamente para reforzar una tendencia ideológica, porque no tenemos ninguna intención o interés de implementar algún intercambio económico que sea beneficioso para el país ni tampoco posibilidades de cooperación Sur-Sur”.
“No nos olvidemos que durante 2020, 2021 y parte de 2022 hubo protestas muy importantes en Cuba en contra del régimen de Díaz-Canel y la represión fue brutal: hubo gente asesinada, hubo heridos y hay gente que sigue con detención preventiva, hay defensores de derechos humanos, periodistas que ya van años detenidos de manera preventiva”.