Analistas: El Gobierno apuntala su versión de golpe con la persecución
El Gobierno del presidente Luis Arce centra su discurso político en el relato de un golpe de Estado en Bolivia con el afán de justificar la persecución política a los opositores; en tanto, las plataformas ciudadanas reavivaron las protestas en las calles en demanda de la liberación de los 183 presos políticos y la defensa de la democracia bajo de las consignas de “fraude electoral” y de “21 F”, señalaron analistas a este medio de comunicación.
Para el vicepresidente de la Federación Interamericana de Abogados (FIA), Marco García, el discurso del Gobierno se avivó en el contexto político de los últimos meses por los conflictos desatados en Santa Cruz en demanda de la realización del censo y por la detención del gobernador Fernando Camacho el 28 de diciembre.
García aseguró que el tema del golpe de Estado comenzó a urdirse desde el momento en que el ahora expresidente Evo Morales subió al avión con destino a México en medio de una convulsión social por el fraude electoral durante las elecciones presidenciales del 20 de octubre de 2019. “Los primeros que impulsaron la figura de golpe en Bolivia, y no de una rebelión ciudadana, fueron destacadas personalidades ligadas al kirchnerismo, entre ellos, el jurista Eugenio Zaffaroni, quienes traman el tema de golpe de Estado, le dan alguna consistencia jurídica, pero los hechos lo desbaratan”, sostuvo.
Desde entonces comenzó la campaña gubernamental de posicionar el relato de golpe en el imaginario de las personas, “tratan de martillar y que quede presente el tema y no el del monstruoso fraude seguido del abandono de funciones”.
TREP
La desconfianza por los datos del escrutinio se produjo cuando el sistema de Transmisión de Resultados preliminares (TREP) se detuvo y se repuso casi 24 horas después con un cambio de tendencia.
Los resultados preliminares, que inicialmente daban cuenta de una segunda vuelta entre el entonces presidente Evo Morales y el expresidente Carlos Mesa, finalmente daban por ganador al primero en la primera ronda con el derecho de acceso a un cuarto mandato consecutivo.
Las denuncias de irregularidades aumentaron y se corroboraron por parte de las misiones de observación internacional como de la Organización de Estados Americanos (OEA), instancia a la que acudió Morales y cuyos resultados serían vinculantes.
Movilizaciones
A juicio de García, la ciudadanía se vuelca nuevamente a las calles contra la vulneración de los derechos constitucionales y de la democracia. “La población se percata de la gravedad de la situación política del país y reacciona con las consignas que recuerdan el fraude electoral”. “A la gente no le han contado los sucesos de 2019; la gente ha vivido el proceso”, sostuvo.
El analista Andrés Gómez señala que Arce, con los últimos hechos de represión en la ciudad de Santa Cruz y La Paz, se aleja de los sectores sociales, particularmente citadinos, con valores democráticos. “Las plataformas asumen defensa del sistema democrático frente al afán totalitario de Arce”, señaló.
El representante del Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) en La Paz, Manuel Morales, dijo que el Gobierno de Arce quiere cambiar la historia de Bolivia con juicios penales a los opositores, como el caso del gobernador Fernando Camacho, quien se encuentra detenido preventivamente en La Paz por el caso Golpe de Estado I.
Se recupera la calle
A juicio del activista, esta situación genera la indignación de la población. “La gente sale a las calles a ratificar que hubo un fraude electoral que era parte de una serie de vulneraciones cometidas por Morales”.
Morales mencionó como el error más grave de Morales el haber negado un resultado vinculante de un referendo constitucional que dijo no a su reelección. “Cuando Arce llegó a la presidencia, inmediatamente enarbola el discurso de golpe de Estado y le sirve como discurso de odio al interior del país para exacerbar la confrontación y polarización en el país”.
El dirigente lamentó que se niegue el levantamiento popular y la insurgencia ciudadana en 2019.
Morales ve que el espacio de lucha para los ciudadanos es las calles. “La ciudadanía entiende que es en las calles donde se ejerce presión y se contrarresta todo lo que está pasando y las movilizaciones el 10 de enero fue una victoria muy importante, porque es en las calles donde se pelea la democracia”.
Adelantó que la represión recrudecerá y habrá más protestas callejeras. “Habrá mayor polarización, lo que acrecentará la crisis en el Gobierno de Arce”.
Como Conade, se rearticularán en el ámbito nacional por la liberación de los presos políticos, respeto a los derechos constitucionales y la reforma judicial.