Banco Mundial reduce previsión de crecimiento económico de Bolivia a 2,5%
El Banco Mundial publicó su nuevo informe de Perspectivas Económicas Mundiales, en el cual revela que ha reducido la previsión de crecimiento económico de Bolivia a un 2,5% debido a la desaceleración de la economía mundial.
El informe también proyecta una contracción aún mayor del PIB boliviano, estimando una caída del 2% en los años 2024 y 2025. En comparación con las proyecciones anteriores del Banco Mundial, que pronosticaban un crecimiento del 3,1% para Bolivia en enero y del 2,7% en abril, esta nueva reducción refleja un escenario más desafiante.
El Banco Mundial destaca que el crecimiento económico a nivel global se ha desacelerado considerablemente y advierte sobre el aumento de riesgos financieros en los mercados emergentes y economías en desarrollo. Las altas tasas de interés a nivel mundial también contribuyen a este panorama.
En el contexto de América Latina, se espera una desaceleración aún más pronunciada en 2023, con un crecimiento proyectado de solo el 1,5%. Esta situación se debe principalmente al escaso crecimiento en las economías avanzadas, lo cual afecta la demanda de exportaciones de la región. Además, las políticas monetarias restrictivas y la persistente inflación interna limitan la mejora de las condiciones financieras a corto plazo.
El informe señala que países como Brasil, México, Argentina, Colombia, Chile y Perú experimentarán diferentes niveles de crecimiento, pero en general, las perspectivas económicas son desfavorables. El Banco Mundial advierte sobre varios riesgos adicionales, como la depreciación de las monedas latinoamericanas en comparación con las economías avanzadas, el debilitamiento del sector inmobiliario de China y los impactos del cambio climático en la región.
En resumen, las proyecciones económicas más recientes muestran que la desaceleración económica mundial y los diversos factores adversos, como la pandemia, la crisis en Ucrania y las condiciones financieras restrictivas, representan un desafío significativo para el desarrollo de los mercados emergentes y las economías en desarrollo, incluyendo Bolivia.