Ingreso de Carvajal a su sede genera apoyo ciudadano y pone en jaque al Gobierno
El ingreso, por una escalera, de Amparo Carvajal al segundo piso de la sede de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb) causó remezón en la ciudad de La Paz y puso en situación incómoda al Gobierno, ya que en sus manos está la responsabilidad de velar por su seguridad y vida.
En medio de incidentes entre activistas y la Policía, anoche la presidenta de la Apdhb anunció que no se moverá de la terraza de la sede hasta que se le restituya la propiedad del inmueble.
Decenas de ciudadanos apoyaron a la presidenta de la Apdhb en su medida de continuar la vigilia (que ya lleva 40 días) en la terraza del inmueble, ya que no puede ingresar al interior.
Activistas en derechos humanos calificaron el ingreso de Carvajal a la Apdhb como una acción heroica.
El pasado 2 de junio, un grupo de personas afines al MAS, al mando de Edgar Salazar, tomó la sede de la Apdhb y con la ayuda de la Policía Boliviana cerraron las puertas. Desde entonces, Carvajal mantiene una vigilia para recuperar la institución.
El activista Franco Albarracín dijo que Carvajal protagonizó una acción pacífica sin agredir a nadie que va más allá de un acto simbólico, porque no podrán sacarla a la fuerza del lugar.
Dijo que, si bien es una medida peligrosa que pone en riesgo su salud y vida, logró poner en jaque al Gobierno, porque ahora tiene la responsabilidad de darle las condiciones necesarias para que continúe su vigilia, “una carpa y elementos básicos”
De lo contrario, el Gobierno estaría afectando su salud y vida, y sería pasible a sanciones por la vulneración de los derechos humanos de Carvajal.
Su acción tomó por sorpresa al Gobierno que impulsó diversas acciones para quitarle a Carvajal la tuición sobre la Apdhdb. También causó sorpresa a la Policía, que no esperaba que la octogenaria dirigente, que es exmonja, pudiera tomar una acción como esta.
Albarracín aclaró que la Policía no puede obligarla a retirarse, porque Carvajal sólo entró a su lugar de trabajo. “En la terraza no tiene ni una silla, es una medida extrema que puede afectar su vida”, sostuvo. La activista logró ingresar ayer a las instalaciones de la Apdhb con ayuda de una escalera y se instaló en una de las terrazas del inmueble, que se encuentra cerca de la puerta principal. “Han abierto ahí su candado para que yo me baje. Quieren sacarme, pero me sacarán muerta”, dijo.
Con el paso de las horas, subió la tensión entre activista y La Policía que procedió al retiro de la gente que intentó acompañar a Carvajal en su vigilia.
Anoche, la concentración de la gente se masificó, pero también permanecieron en el lugar efectivos de la Policía Boliviana junto a Bomberos.