Préstamos de Gestora al TGN son 3 veces más rápidos comparados a los de las AFP
La Gestora Pública aceleró los préstamos al Gobierno Central casi tres veces más rápido de lo que ocurría a principios de este año con las AFP privadas, de acuerdo a datos del Ministerio de Economía. En cuatro meses, de enero a abril, las AFP compraron bonos del TGN por 950 millones de bolivianos; pero en dos meses, de mayo a junio, la Gestora compró 1.350 millones de bolivianos en estos bonos.
Con las AFP se compraron bonos por 238 millones de bolivianos al mes, mientras que con la Gestora el promedio subió a 675 millones por mes.
Este aceleramiento de los créditos al Gobierno con recursos de las jubilaciones ha sido visto con preocupación por parte de analistas económicos, que consideran que ante la dificultad del Gobierno para acceder a financiamiento externo se recurre a la deuda interna, tanto del BCB como de la Gestora.
De enero a junio de 2023, Bolivia recibió 1.557 millones de dólares en deuda pública, de los cuales 1.236 millones (79 por ciento) corresponde a deuda interna, según el Ministerio de Economía.
El BCB desembolsó 5.169 millones de bolivianos en préstamos al TGN; las AFP, 950 millones, y la Gestora, 1.350 millones.
El economista Gabriel Espinoza señaló que, con el aceleramiento de los préstamos de la Gestora al TGN, “la preocupación de la gente de que se acelerará la transferencia de dinero al Gobierno central no es infundada”.
Recordó que el endeudamiento externo se hizo más costoso e inaccesible para la administración de Luis Arce, que ha sufrido una reducción de calificaciones y el aumento de las tasas de interés en el extranjero.
El problema, según Espinoza, es que, al absorber el dinero de la Gestora de forma más rápida, los bancos y el sector privado contarán con menor liquidez.
El consultor financiero Jaime Dunn explicó que actualmente ya se da “una batalla por liquidez” entre el Gobierno y los bancos privados, pero como el Estado “siempre tiene las de ganar, con las alzas de las tasas de interés, por ejemplo”, incluso los bancos prefieren prestarle dinero al Gobierno, antes que a la población.
Según el analista, en caso de que el Gobierno tenga dificultades para pagar sus obligaciones, es posible que prefiera pagar la deuda externa antes que la interna. Esto podría afectar el flujo de la Gestora, en caso que se reprogramen los pagos.
“De pronto el dinero de jubilación queda a merced del gasto del Gobierno, eso es algo que hasta ahora de alguna manera se ha estado tratando de evitar”, añadió Dunn.
El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Luis Fernando Romero, consideró que existe riesgo en el hecho de que recursos para las jubilaciones estén en manos de una creciente deuda interna.
“Si es que el Gobierno no tuviera la capacidad de devolver el capital más los intereses del rendimiento, va a devolver a destiempo o de manera parcial, y eso con seguridad puede afectar a que se tenga la liquidez suficiente para que la Gestora cumpla con el pago de rentas y demás”, manifestó.
Asimismo, Romero consideró que con las dificultades de acceder a crédito externo y el aumento continuo de la deuda interna se corre el riesgo de que el BCB comience a emitir dinero sin respaldo, como ya ocurrió en el pasado de la historia boliviana. Esto podría disparar la inflación y acrecentar la inestabilidad económica en el país.
La suma de la deuda externa e interna (considerando préstamos a empresas públicas) suma 80 por ciento del PIB, concluyó Romero.
“No es obligación invertir en TGN”
En abril de este año, el gerente de la Gestora Pública, Jaime Durán, aseguró que la empresa estatal no tenía ninguna obligación de invertir en bonos del TGN. Añadió que sólo un 30 por ciento de los recursos del Sistema Integral de Pensiones (SIP) se había invertido en éstos.
Los Tiempos intentó conocer la posición de la Gestora sobre el aceleramiento de estas inversiones, pero no se obtuvo respuesta hasta el cierre de esta edición.
Durán aseguró en abril que el manejo las jubilaciones tiene “cinco candados” de control que garantizan su buena administración.
El economista Luis Fernando Romero dijo que al parecer la Gestora sí tiene la obligación de comprar bonos del Tesoro, ya que esto demuestran los datos analizados.