El fondo para pagar la Renta Dignidad cae en 69% en seis años, advierte Milenio
Mientras los pagos por concepto de Renta Dignidad suben, los fondos para cumplir con esta obligación caen, de acuerdo a un reporte de la Fundación Milenio. Entre 2015 y 2021, los desembolsos se elevaron un 70 por ciento debido al aumento de adultos mayores sin jubilación, mientras que el patrimonio con el que se hace frente a estos pagos disminuyó en un 69 por ciento.
De acuerdo a datos publicados por la mencionada fundación, los pagos para la Renta Dignidad en 2015 llegaban a 2.822 millones de bolivianos, y para 2021 ya sumaban 4.797 millones.
Por el otro lado, el Patrimonio de la Renta Dignidad llegaba en 2015 a 11.692 millones de bolivianos, pero para el 2021 bajó a 3.603 millones (ver infografías).
Por un lado, la población mayor a 60 años cada vez es más grande en el país. De acuerdo a datos del INE, el año 2000 los mayores de 60 años representaban el 6 por ciento de la población total. Para 2020, subieron a casi un 9 por ciento, y sigue esa tendencia creciente.
Asimismo, también aumentan los adultos mayores que no perciben una jubilación o un sueldo por parte del Estado, por lo que cada vez se requiere más dinero para financiar la Renta Dignidad.
Por otro lado, los ingresos que iban al fondo de este beneficio social han ido cayendo en los últimos años, debido principalmente a la disminución de la venta de gas natural.
La Ley 3791 (2007) señala que la Renta Dignidad se financia con el 30 por ciento del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y una proporción de los dividendos de las empresas públicas capitalizadas.
El analista económico Alberto Bonadona señala que la disminución del Patrimonio de la Renta Dignidad se debe a menores ingresos del IDH y de algunas empresas públicas. Sin embargo, considera que en el futuro próximo esta caída puede ser reemplazada con la exportación de litio (a cargo de YLB) y las utilidades que genere la Gestora Pública (que reemplazó a las AFP).
“No veo por qué razón los fondos tengan que caer de forma continua y permanente. En algún momento la economía va a mejorar y esperemos que ‘la sangre no llegue al río’”, manifiesta optimista.
Los Tiempos buscó conocer la posición de la Gestora (que administra los recursos de la Renta Dignidad) sobre estas tendencias, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
La Fundación Milenio indicó que ya en 2022, para detener la rápida caída de los fondos para pagar la Renta Dignidad, se emitió el Decreto 4716 con el fin de que una parte de las utilidades que genere la Gestora sea destinada a estos fondos.
Asimismo, en el Presupuesto General del Estado (PGE) de este año, se contempló que las empresas de electricidad transfieran mensualmente el 5 por ciento de los recursos percibidos por sus ventas para los fondos de la Renta Dignidad.
Sin embargo, “esta norma parece tropezar con dificultades de implementación por cuanto algunas de las generadoras eléctricas (concretamente Guaracachi y Valle Hermoso) no están produciendo energía debido a su bajo margen de eficiencia (33 por ciento) y su alto costo de producción basada en gas natural”, resalta la Fundación Milenio.
Incertidumbre
En su reporte, Milenio señala que al menos tres factores generan incertidumbre en la población por el traspaso de los fondos del Sistema Integral de Pensiones (SIP) de las pri-vadas AFP a la Gestora.
Estos son: que la Gestora dependa del Gobierno, su principal deudor. La mala experiencia de la administración de las jubilaciones por parte del Estado antes de 1997. Que, en medio de un continuo déficit fiscal y aumento de la deuda pública, el Gobierno eche mano de los aportes de los trabajadores.
El economista Bonadona señala que desde hace dos años se ha visto una mejora en el funcionamiento de la Gestora, mientras que con las AFP hubo “manejos turbios”. Concluyó: “Yo ahora confío más en la Gestora que en las AFP”.
Ante estos cuestionamientos la Gestora ya se pronunció anteriormente señalando que se administrarán los recursos de acuerdo a las leyes y con “cinco candados” de control.
Sugerencias para mejorar rentas
La Fundación Milenio propone debatir al menos tres aspectos par mejorar el sistema de pensiones. Estos son:
1.- La posibilidad de extender la edad de jubilación.
2.- Abrir el mercado de pensiones al sector privado para generar competencia, y que éste no esté administrado solamente por la Gestora Pública.
3.- Reducir la informalidad laboral, lo cual permitiría contar con mayores contribuyentes al SIP y mejorar, paralelamente, las jubilaciones de la población retirada.
El economista Alberto Bonadona señala que se debe ensanchar la base productiva del país apostando por trabajos que generen empleos formales que aporten al SIP. Pone como ejemplo apoyar más al turismo.