Cifabol ofrece al Estado su experiencia para producir medicinas especializadas
Medicamentos genéricos de base química y natural (plantas medicinales) son la oferta de producción del estatal Laboratorio Industria Farmacéutica Boliviana (Lifab), creado mediante Decreto Supremo 5040 y que comenzará a operar, según las estimaciones del Gobierno, en 2027. Sin embargo, esta iniciativa pública fue observada por las farmacéuticas privadas que creen que frenará las inversiones en el rubro y pondrá en riesgo 18 mil empleos entre directos e indirectos.
La industria farmacéutica privada señaló que tal como está diseñada la factoría estatal de medicinas, de la cual no se conoce mucho, afectará al sector. Por eso, sugirió que su producción se enfoque en elaborar fármacos especializados, como los oncológicos, vacunas, retrovirales, hormonas y otros que tienen gran demanda y un alto costo.
La Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol) ofreció su experiencia y conocimiento al Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas (Sedem), entidad de la cual dependerá Lifab, para la producción de esas medicinas especializadas. Pero no está de acuerdo con que la nueva factoría estatal fabrique medicamentos genéricos, porque ello generaría, desde su perspectiva, una “competencia desleal”.
La producción de sólo fármacos genéricos por parte del Estado es considerada como una “competencia desleal” por el presidente y el gerente general de Cifabol, Javier Lupo y Josip Lino, respectivamente.
“No estamos hablando de sustituir importaciones, sino de hacer competencia a la empresa nacional, ya vemos las cosas con mayor preocupación”, sostuvo Lupo.
La Cifabol, en su intento de persuadir al Gobierno de su decisión de entrar en el negocio de los fármacos genéricos, aseguró que está en condiciones de incrementar su participación en el mercado y está dispuesta a brindar su experiencia y conocimiento para que el Estado, a través de Lifab, produzca medicamentos que se importan y son costosos, o que requieren transferencia tecnológica, como los oncológicos.
“Para esta finalidad se requiere que el Gobierno nos articule en un proyecto orientado a que el Estado pueda producir lo que la industria (farmacéutica privada) no produce. Lo contrario puede significar una sustitución de los fármacos de industria boliviana y no una sustitución de importaciones, con los efectos nocivos que ello conlleva”, argumentó la Cifabol.
En la misma línea, la Asociación Latinoamericana de Industrias Farmacéuticas (Alifar) apoyó la postura de su asociada Cifabol y ve con preocupación la creación de la estatal Lifab. Señaló que esto puede generar graves riesgos para la industria farmacéutica en Bolivia, a partir de políticas públicas que se superponen o anteponen a la producción privada, entre ellos la duplicación de inversiones, el menor financiamiento, los sobrecostos de abastecimiento, la pérdida de la escala productiva y de las exportaciones.
La industria farmacéutica mueve en el país alrededor de 480 millones de dólares. De esa cantidad, el 40% corresponde a fármacos que produce Cifabol y el 60% restante son medicamentos importados.
Según Lino, de los casi 480 millones de dólares que genera la industria farmacéutica, 96 millones de dólares ingresan de contrabando. El mercado farmacéutico crece a un ritmo de entre 1 a 3% cada año, mientras que el contrabando lo hace a un 7%.
En el país, agregó, 23 industrias farmacéuticas generan 7 mil empleos directos y 11 mil indirectos, que son proveedores de empaques, botellas y otros insumos.
Además, el rubro es altamente tecnificado y especializado. Después de que la pandemia de Covid-19 surgió, el sector realizó más inversiones para avanzar en la soberanía sanitaria. “Este tipo de anuncios frena las inversiones y pone en riesgo los empleos”, insistió el gerente general de Cifabol.
El Gobierno no hizo ningún comentario sobre la postura de las farmacéuticas privadas, más bien anunció que, en noviembre, se perfila lanzar la licitación para la construcción de las 13 plantas que tendrá Lifab, con una inversión de Bs 3.348 millones, recursos garantizados por el Tesoro General de la Nación.
“Ya tenemos los recursos garantizados. Ahora nos toca encarar un proceso de licitación internacional”, señaló el ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca.