CAF: Bolivia debe pensar su modelo de desarrollo y no agotar la naturaleza
Bolivia debe pensar su modelo de desarrollo y no agotar su patrimonio natural, señaló el jueves la representante de la CAF en Bolivia, Jeannette Sánchez, durante el III Foro Internacional de Finanzas Sostenibles, a tiempo de señalar que la crisis climática que se vive en la región y en el país está ocasionando desastres nunca antes vistos.
En el encuentro, representantes de la cooperación internacional y funcionarios locales resaltaron la importancia de que la economía se oriente en la sostenibilidad ambiental y social, en lugar de apostar por acciones que generan mayor deforestación y, como se vio últimamente, incendios forestales incontrolables.
Este cambio depende en gran medida del Gobierno, pero también del sector privado y la sociedad en general, y puede darse mediante la implementación de un concepto relativamente nuevo en Bolivia: “finanzas sostenibles”.
“Creo que la economía boliviana requiere pensar muy rápidamente, porque ya es un problema actual, en su modelo de desarrollo. Y pensar sobre todo en diversificar su portafolio de exportaciones”, manifestó Sánchez.
Añadió que se debe hacer énfasis en las oportunidades de diversificación “y pensar cómo hacer una reactivación más sostenible, cómo escoger una diversificación más productiva, que tenga más sentido en la sostenibilidad y que no agotemos el patrimonio natural tan importante que tiene Bolivia, y logremos un equilibrio más adecuado”.
En septiembre de este año, reportes de prensa con datos del Global Forest Watch (GFW) señalaron que Bolivia es el país con mayor deforestación per cápita a nivel mundial y el tercero en con más pérdida de bosques. La principal razón del ecocidio es la expansión de la frontera agrícola.
Expertos, ambientalistas y legisladores han alertado sobre esta situación y han señalado que las políticas públicas deberían orientarse, más bien, en aprovechar los recursos económicos que generan los bosques, en lugar de destruirlos para la expansión de actividades poco sustentables y con impactos irreversibles, como la agroindustria o la minería.
Hasta un 87 por ciento de las exportaciones bolivianas provienen de tres rubros extractivistas: la minería, la agricultura mecanizada e hidrocarburos, según el investigador de Fundación Tierra, Gonzalo Colque. Esto evidencia el “modelo primario exportador” del país, apuntó.
Datos difundidos por el investigador Pablo Solón señalaban que, hasta 2022, un 79 por ciento de las exportaciones correspondían a oro metálico, hidrocarburos, zinc, plata,plomo, y derivados de soya (ver infografía).
Aunque el Gobierno habla de diversificación de la economía, al parecer, aún se concentra en actividades extractivas. El ministro de economía, Marcelo Montenegro, señaló el jueves que ante la caída de los ingresos por venta de hidrocarburos el país estaba apostando por la industrialización.
“La industrialización nos está dando otras alternativas: venta de minerales tecnológicos a través de nuestra planta de zinc, está el tema del litio, el tema del Mutún, está la parte agropecuaria. Entonces ese es el camino correcto (...) es la forma sana de corregir la dependencia a sólo un recurso natural (gas)”, expresó Montenegro.
Impacto ambiental
La presidenta del directorio del Banco FIE y miembro del Directorio de Pacto Global, Ximena Behoteguy, expresó en el evento de finanzas sostenibles que nos encontramos en “la última oportunidad para reaccionar” debido al aumento del calentamiento global y los desastres naturales que se presentan en el mundo y en el país.
Sánchez, de la CAF, indicó que el 85 por ciento de las ciudades de Bolivia han presentado olas de calor en las últimas semanas, las lluvias han disminuido su frecuencia y los suelos se desertifican.
“Bolivia destaca como uno de los países megadiversos: alberga el 40 por ciento de la diversidad biológica. No obstante, la pérdida de la superficie natural y el cambio de usos de suelo también amenazan este valioso capital”, resaltó.
Rol de finanzas sostenibles
El coordinador del Sistema de las Naciones Unidad en Bolivia, Rafael Ramírez, recordó que se acerca el plazo para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que es 2030, pero apenas se avanzó en un 15 por ciento. “Debemos acelerar en estos años, estamos atrás en la senda de alcanzar los ODS como humanidad, y un tema pendiente es el financiamiento para el desarrollo”.
Las finanzas sostenibles hacen referencia a la movilización de dinero para el desarrollo económico que garantice la protección del medioambiente.
En el evento, representantes de Asoban, la ASFI, el BCB, Asofin y otras entidades relacionadas con el sistema financiero señalaron su predisposición de movilizar recursos (y generar normativa en el caso de la ASFI) para fomentar las inversiones en actividades amigables con nuestro entorno.
La CAF tiene la meta de que el 40 por ciento de su cartera de créditos sea “verde”, según Sánchez.
La directora de la ASFI, Ivette Espinoza, señaló que uno de los pendientes de su gestión es generar normativa para estandarizar la evaluación de riesgos ambientales y sociales a la hora de emitir créditos.
Mientras que el ejecutivo de Asoban, Nelson Villalobos, señaló que los bancos comenzarán a generar reportes del impacto de su cartera en el ámbito social y ambiental.