El 60% del tiempo de las mujeres se destina al trabajo no remunerado
En el país las mujeres destinan el 60 por ciento de su tiempo a realizar labores de cuidado en el hogar, que no son remuneradas, a diferencia de los hombres que sólo invierten en estos campos el 34 por ciento de su tiempo. Esto impide que las mujeres se desarrollen económicamente y se incorporen al empleo formal remunerado. Así lo detalla una encuesta del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla).
Los datos del uso del tiempo reflejan una carga de trabajo en el hogar extremadamente alta para las mujeres, lo que limita su autonomía en los ámbitos económico, laboral y político. “Esta es una de las muchas formas de injusticia que afectan a la calidad vida de las mujeres y si acceden a un trabajo es precario de mala calidad y sin beneficios sociales”, señala la investigadora del Cedla, Silvia Escóbar.
Los datos se revelan en la Encuesta Urbana de Uso del Tiempo 2023 del Cedla, que abarca casi 40 variables, incluidas las actividades personales y el tiempo de ocio, y que entrega evidencias y argumentos para el debate sobre políticas públicas económicas, sociales y laborales que contribuyan a disminuir las inequidades en la distribución del tiempo en Bolivia.
La investigadora Giovanna Hurtado señala que en términos de tiempo promedio diario, las mujeres destinan seis horas al trabajo del hogar, el doble que los hombres, que trabajan 10 horas promedio en actividades remuneradas, dos más que las mujeres.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que el trabajo de cuidado en los hogares aporta hasta el 25 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de los países.Bolivia es el único que no tiene una encuesta del uso del tiempo.
En países con encuestas de este tipo, el debate actual está centrado en la corresponsabilidad del Estado, las empresas y las familias en la organización social del cuidado, para reducir y redistribuir la carga de trabajo del hogar, ampliar las oportunidades de empleo de las mujeres y contabilizar el aporte del trabajo no remunerado al PIB, dice Escóbar.
La investigadora considera que se deben implementar políticas públicas que disminuyan la carga de labores de cuidado a la mujer y se generen empleos de calidad para ellas. “Se deben analizar las políticas públicas y generar espacios de participación social en pos de superar esas desigualdades, además de la búsqueda de la corresponsabilidad de diferentes actores y redistribuir el trabajo, que ahora recae sobre la mujer, y reducirlo para mejorar la inserción laboral”, indica.
Escóbar señala que hay que hacer visible este trabajo no remunerado porque es fundamental para que la economía de un país avance. “Tenemos un desafío tremendo de apoyar un marco normativo que reconozca la labor de cuidado”.
Lais Abramo, secretaria nacional de cuidados y familia Federal de Brasil, señala que las labores de cuidado son una necesidad y derecho de las personas, pero el gran problema es que es injusta y desigual. “La carga de trabajo no remunerado genera pobreza de tiempo. Hay una diferencia desproporcionada porque la carga de la mujer es el doble a la de los hombres, esa carga es mucho más elevada en las mujeres de menores ingresos porque muchas veces están solas, son las proveedoras y no pueden contratar a alguien que las ayude”, dice.
Abramo detalla que el 30 por ciento de las mujeres que se dedican al cuidado en su país no busca empleo porque tiene excesiva carga de tareas de cuidado.
Cifras
En el caso de los hombres, el 66 por ciento de su tiempo está destinado al trabajo remunerado y sólo el 34 por ciento es no remunerado. En cambio, las mujeres destinan el 60 por ciento al trabajo no remunerado, y sólo el 39,8 por ciento al remunerado.
Con tanta carga de trabajo en el hogar, el alcance de participación de la mujer en el mercado laboral se limita, lo que causa que el 15 por ciento de las mujeres no tenga autonomía económica, pero participa en el trabajo del hogar y contribuyen a la economía familiar.
La encuesta también revela que los “ninis” (los que ni estudian ni trabajan) en realidad trabajan al menos ocho horas diarias en labores de cuidado. “Los llamados ninis trabajan y trabajan mucho. Hay que reconocer y valorar el trabajo de las personas inactivas (económicamente)y ese es un desafío de la política pública”, resaltó Escóbar.
Además la población boliviana de 12 años y más aporta con 35 millones de horas de trabajo remunerado y no remunerado. El trabajo no remunerado en tareas domésticas y de cuidado en el hogar, realizado mayormente por las mujeres, representa el 48,7 por ciento de ese tiempo total.