Arce ratifica subvención a los hidrocarburos y apunta a plantas de biodiesel para dar solución a su importación
El presidente del Estado, Luis Arce, afirmó este jueves que las plantas de biodiesel y de HVO darán solución al problema estructural del país vinculado a la importación de hidrocarburos y descartó la posibilidad de incrementar los precios de los combustibles, porque eso solo afectaría a los más pobres.
"Nuestras plantas de biodiesel y nuestra planta de HVO van a resolver el problema estructural del país que es dejar de importar hidrocarburos", afirmó durante el acto de celebración por el 87 aniversario de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Definió a esos proyectos como la respuesta que espera el pueblo boliviano "al lastre" que YPFB lleva, junto con el Tesoro General del Estado (TGE), que es "la famosa subvención a los hidrocarburos y a la dependencia de la importación de diésel y gasolina o petróleo para poder abastecer el consumo interno".
La partida presupuestaria para la subvención llegó a Bs 7.642 millones este 2023 y para 2024 se programó Bs 9.803 millones, cifra que va en constante ascenso.
De acuerdo con el jefe de Estado, el precio del petróleo se disparó en los últimos años "por encima de lo habitual, producto de la guerra entre Ucrania y Rusia, y recrudece aún más con el problema entre Palestina e Israel".
A ello se suma el incremento del costo de la logística de importación.
Por esa razón, Arce señaló que "si no se hubiera modificado la política hidrocarburífera, si no se hubiera modificado la política económica con el objetivo fundamental de priorizar la industrialización, sobre todo, no estaríamos con una respuesta clara al pueblo boliviano sobre lo que esperaría, sobre el futuro del gas y del petróleo".
Precisamente, las plantas de biodiésel en Santa Cruz y El Alto, que están en plena ejecución, apuntan a reducir en un 7% las importaciones de diésel.
La planta de Biodiésel I, de Santa Cruz, ya fue construida y equipada. Para 2024 se espera su puesta en marcha con una producción de 1.500 barriles por día. En tanto, la planta de Biodiésel II, que se emplaza en la ciudad de El Alto, ya cuenta con estudios y trabajos de ingeniería.
Mientras que la planta de HVO ya tiene los estudios de ingeniería básica y los estudios complementarios. La meta para 2024 es contar con los resultados de viabilidad.
"Con las tres plantas se podrá sustituir hasta un 50% de las importaciones" de diésel, afirmó el presidente de YPFB, Armin Dorgathen.
Arce indicó que la ejecución de estas plantas es la "respuesta (al problema estructural de la importación de hidrocarburos) y la más difícil de hacerla, porque elevar los precios es la manera más fácil de resolver un problema, pero elevar los precios tiene una consecuencia social y esa consecuencia social, lamentablemente, recae en las espaldas de los más pobres y nuestro Gobierno lo que ha hecho desde un inicio, y lo va a seguir haciendo hasta el último de sus días, es respetar y procurar que los menos afectados sean los más pobres".
"Por eso es que decidimos ir por lo más difícil, traer nueva tecnología con nuestras plantas de biodiésel y de HVO ya ahora, ya en camino, en curso, porque el país necesita respuestas y esa es la respuesta que el Gobierno nacional le ha dado", insistió el jefe de Estado.
Sin dar fechas, el dignatario anticipó que ya se montarán los equipos de la planta que se construye en Santa Cruz y se mostrará el resultado "de dejar paulatinamente de depender de la importación para producir nuestro propio diésel, desde nuestras propias tierras".
La materia prima para estas plantas será el Macororó y la Jatropha que serán producidas en los chacos de Tarija, Santa Cruz y Chuquisaca.
"Esa es la respuesta que el país debe conocer, nosotros no queremos depender y el proceso de industrialización con sustitución de importaciones arranca justamente apuntando a sustituir la importación de diésel de hidrocarburos por la producción de un diésel ecológico que sea amigable con el medioambiente y que genere mayor ingreso y empleo en el país", destacó.
El presidente del Estado, Luis Arce, afirmó este jueves que las plantas de biodiesel y de HVO darán solución al problema estructural del país vinculado a la importación de hidrocarburos y descartó la posibilidad de incrementar los precios de los combustibles, porque eso solo afectaría a los más pobres.
"Nuestras plantas de biodiesel y nuestra planta de HVO van a resolver el problema estructural del país que es dejar de importar hidrocarburos", afirmó durante el acto de celebración por el 87 aniversario de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Definió a esos proyectos como la respuesta que espera el pueblo boliviano "al lastre" que YPFB lleva, junto con el Tesoro General del Estado (TGE), que es "la famosa subvención a los hidrocarburos y a la dependencia de la importación de diésel y gasolina o petróleo para poder abastecer el consumo interno".
La partida presupuestaria para la subvención llegó a Bs 7.642 millones este 2023 y para 2024 se programó Bs 9.803 millones, cifra que va en constante ascenso.
De acuerdo con el jefe de Estado, el precio del petróleo se disparó en los últimos años "por encima de lo habitual, producto de la guerra entre Ucrania y Rusia, y recrudece aún más con el problema entre Palestina e Israel".
A ello se suma el incremento del costo de la logística de importación.
Por esa razón, Arce señaló que "si no se hubiera modificado la política hidrocarburífera, si no se hubiera modificado la política económica con el objetivo fundamental de priorizar la industrialización, sobre todo, no estaríamos con una respuesta clara al pueblo boliviano sobre lo que esperaría, sobre el futuro del gas y del petróleo".
Precisamente, las plantas de biodiésel en Santa Cruz y El Alto, que están en plena ejecución, apuntan a reducir en un 7% las importaciones de diésel.
La planta de Biodiésel I, de Santa Cruz, ya fue construida y equipada. Para 2024 se espera su puesta en marcha con una producción de 1.500 barriles por día. En tanto, la planta de Biodiésel II, que se emplaza en la ciudad de El Alto, ya cuenta con estudios y trabajos de ingeniería.
Mientras que la planta de HVO ya tiene los estudios de ingeniería básica y los estudios complementarios. La meta para 2024 es contar con los resultados de viabilidad.
"Con las tres plantas se podrá sustituir hasta un 50% de las importaciones" de diésel, afirmó el presidente de YPFB, Armin Dorgathen.
Arce indicó que la ejecución de estas plantas es la "respuesta (al problema estructural de la importación de hidrocarburos) y la más difícil de hacerla, porque elevar los precios es la manera más fácil de resolver un problema, pero elevar los precios tiene una consecuencia social y esa consecuencia social, lamentablemente, recae en las espaldas de los más pobres y nuestro Gobierno lo que ha hecho desde un inicio, y lo va a seguir haciendo hasta el último de sus días, es respetar y procurar que los menos afectados sean los más pobres".
"Por eso es que decidimos ir por lo más difícil, traer nueva tecnología con nuestras plantas de biodiésel y de HVO ya ahora, ya en camino, en curso, porque el país necesita respuestas y esa es la respuesta que el Gobierno nacional le ha dado", insistió el jefe de Estado.
Sin dar fechas, el dignatario anticipó que ya se montarán los equipos de la planta que se construye en Santa Cruz y se mostrará el resultado "de dejar paulatinamente de depender de la importación para producir nuestro propio diésel, desde nuestras propias tierras".
La materia prima para estas plantas será el Macororó y la Jatropha que serán producidas en los chacos de Tarija, Santa Cruz y Chuquisaca.
"Esa es la respuesta que el país debe conocer, nosotros no queremos depender y el proceso de industrialización con sustitución de importaciones arranca justamente apuntando a sustituir la importación de diésel de hidrocarburos por la producción de un diésel ecológico que sea amigable con el medioambiente y que genere mayor ingreso y empleo en el país", destacó.