Gobierno dice que la actual coyuntural del dólar no afecta a la bolivianización
La actual coyuntura del dólar no afecta al proceso de bolivianización de la economía; por el contrario, éste se ve fortalecido por el continuo incremento de la proporción de la moneda nacional en los depósitos y en los créditos, afirma el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas.
Actualmente, según el Ministerio de Economía, el proceso de bolivianización se encuentra afianzado en las principales variables del sistema financiero y en el uso predominante en transacciones cotidianas de la población, como compras en mercados, pago de servicios y alquileres.
En 2023, indica, los depósitos en bolivianos se han incrementado en 4,2 puntos porcentuales, llegando a representar el 89,8 por ciento del total, y los créditos registraron un aumento de 0,1 puntos porcentuales, con una participación de 99,3 por ciento en el total, lo que demuestra la confianza en el boliviano como medio de cambio y depósito de valor.
“El proceso de bolivianización ha tenido un impacto positivo en la economía boliviana, porque ha permitido al país recuperar la soberanía monetaria, reducir la vulnerabilidad a las crisis externas y fortalecer el sistema financiero”, agrega.
Para el presidente de la Federación de Entidades Empresariales de Cochabamba (FEPC), Luis Laredo, la bolivianización se impulsó en el país por la bonanza económica relacionada a las exportaciones de materias primas, pero se vio perjudicada por la pandemia de Covid-19 y los conflictos bélicos, que pusieron un freno al crecimiento y desarrollo económico del país.
La situación actual de la bolivianización, afirma, está marcada por la crisis política, económica, social y energética en que vivimos. Algunos de los efectos de esa crisis son: la caída del Producto Interno Bruto (PIB), una reducción de las Reservas Internacionales Netas (RIN), la alarmante disminución de exportaciones y reservas de gas, y una depreciación del tipo de cambio paralelo, que se cotiza por encima de los 8 bolivianos por dólar.
“La crisis de la bolivianización refleja la realidad del país. La economía nacional siempre estuvo marcada por el uso de la divisa estadounidense, sobre todo, el sector de la construcción. Y esta última etapa, por el comercio, dado que el 60 por ciento de los productos que tenemos en los mercados es de origen de contrabando y eso demanda divisas, lo que ocasiona una fuga de esa moneda a los países fronterizos”, señala.
El Gobierno, complementa Laredo, obligó a usar el boliviano, restringiendo y poniendo gravámenes al manejo de divisas extranjeras y si bien las políticas fueron acertadas en varios sectores y etapas económicas, se debe dar certidumbre que la moneda nacional es fuerte incrementando las RIN y promoviendo las inversiones extranjeras y, sobre todo, las exportaciones nacionales.
Por su lado, el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, cree que la bolivianización quedó “obsoleta” frente al actual sistema económico mundial, donde el dólar estadounidense tiene hegemonía.
Además, añade, la bolivianización es una de las causantes de la actual escasez de dólares en el país porque mucha gente ha preferido retirar sus ahorros en divisa estadounidense para no pagar el Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF). “Eso explica por qué hay 10 mil millones de dólares fuera del sistema financiero nacional y por qué la gente ha preferido realizar sus transacciones económicas o comerciales en dólares, pero fuera de lo que es el sistema financiero nacional”.
Romero considera que con la situación que se está viviendo en el país por la escasez de la divisa estadunidense, el proceso de bolivianización se fortalece, porque la gente comenzará a usar más la moneda nacional; sin embargo, eso es algo limitado porque al menos el 70 por ciento de lo que consume la población viene del exterior, y ese porcentaje se tiene que pagar con dólares, por eso hay desabastecimiento de combustibles y los importadores, como la industria farmacéutica que tienen dificultades para comprar materia prima o insumos que necesita para la producción de medicamentos.
En criterio de Laredo, en momentos de crisis, la gente busca activos seguros como el dólar estadounidense o cualquier otra divisa estable. Es en estas circunstancias que el mercado “negro” o “paralelo” marca el ritmo de la situación con la moneda nacional, pues los librecambistas tratarán de ofrecer la divisa estadounidense a más cantidad para aceptar el boliviano y así éste continuará perdiendo su valor si el clima económico se mantiene como ahora mismo.
Sobre el tema, el Ministerio de Economía asegura que la cantidad de dólares que hay en el sistema financiero es suficiente. “Al 7 de febrero de 2024, el sistema bancario disponía de 320 millones de dólares para la venta de esta divisa al público, cifra similar a la registrada en diciembre de 2022 y de similar manera en el exterior de 201 millones de dólares a la misma fecha; montos que, si son asignados de una manera más prolija, generarían un mejor resultado en la otorgación de dólares para los distintos agentes económicos”, enfatiza.