Fernando Mayorga: “El Legislativo debe asumir el protagonismo que le corresponde”
El experto en política Fernando Mayorga habla de la importancia de los acuerdos en la Asamblea Legislativa Plurinacional para resolución de temas neurálgicos como las elecciones judiciales y la autoprórroga de los magistrados porque es clara señal del restablecimiento de la primacía política sobre la judicialización. También se refirió al riesgo del debilitamiento del MAS debido a la fractura de su base social; fundamental para su vigencia política.
Los Tiempos (LT).- ¿Considera que el Legislativo recupera su rol en la coyuntura actual?
Fernando Mayorga (FM).- Es muy importante el restablecimiento de la función de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) porque no se trata solamente del rol institucional; se trata de la restitución de la primacía de la política. Los últimos meses del año pasado se vivió una judicialización de la política y, cuando ocurre eso, las decisiones pasan a los magistrados bajo un cálculo de otra índole y no a los acuerdos políticos.
La ALP debe asumir el protagonismo que le corresponde a partir de una convergencia entre una parte de la bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) y los dos partidos de oposición (Comunidad Ciudadana y Creemos) que hicieron un acuerdo para llevar adelante las elecciones judiciales que estaban impedidas por decisión gubernamental, con respaldo del Tribunal Constitucional Plurinacional (TPC) y luego está el debate de cese de funciones de los magistrados que se mantienen en sus cargos de manera inconstitucional.
Ante este debilitamiento del Órgano Legislativo, los partidos que lo componen han visto necesario llegar a un acuerdo para restituir su rol. El hecho que haya acuerdos de convergencia entre fuerzas política de diversa postura pone a la política en el centro de la escena y eso es muy importante.
Hay que resaltar la labor del presidente del Senado (Andrónico Rodríguez) porque no fue el vicepresidente (David Choquehuanca) quien ha impulsado el diálogo que ha llevado a los acuerdos en el Legislativo.
Hay la posibilidad de que la política vuelva a tener primacía, que se tomen decisiones en la instancia donde están los partidos políticos que son lo que tienen la representación y no acciones judiciales de autoridades que siguen en sus cargos de manera inconstitucional.
LT.¿Cuánto afecta la intromisión de otros órganos al Legislativo?
FM. En la democracia hay dos tipos de control al poder Ejecutivo, uno es el multipartidario ejercido por la ALP a través de la legislación y fiscalización para evitar que el presidente tome decisiones arbitrarias y el segundo es el control contramayoritario ejercido por el Órgano Judicial y el TCP que pone límites a las decisiones presidenciales cuando están amparadas en una mayoría parlamentaria calificada.
Lo que ha ocurrido es una suerte de acuerdo instrumental entre el Órgano Ejecutivo y el TPC y en vez de ser un mecanismo de control contramayoritario se ha convertido en una instancia de restricción de las labores parlamentaria habida cuenta de que el presidente (Luis Arce) hoy no cuenta con mayoría en el parlamento.
El Presidente no dispone de mayoría parlamentaria. Cuando ocurre esta figura, se tiene un Gobierno dividido y limitado su poder de decisión, y lo que hizo fue acudir al TCP en un acuerdo de beneficio mutuo.
LT. El oficialismo cuestiona los acuerdos en el Legislativo, ¿pero éstos son favorables?
FM. Sí, porque cuando no hay mayoría de una fuerza política se abre la posibilidad del debate y es muy normal en democracia que se lleguen a acuerdos.
El problema es una herencia en el discurso político boliviano del pacto, pero los acuerdos parlamentarios son en función de objetivos específicos donde salen ganando todos. Lo que hay son acuerdos específicos y circunstanciales para resolver situaciones particulares donde sí hay cálculo político. En una situación de fragmentación y de dispersión en la ALP es la única lógica que permite que se tomen decisiones políticas.
La ALP ha estado sometida a una serie de situaciones de división en las bancadas, principalmente la del MAS, y esto ha generado que exista una fragmentación y división.
En el pasado, el MAS era la fuerza predominante y, por lo tanto, podía tomar decisiones respaldando las medidas del Gobierno, pero, a partir de la división de la bancada y de las dos opositoras, se ha visto debilitado y se ha notado mayor incidencia del Ejecutivo.
LT. ¿Cuál es impacto político de la división interna del MAS ?
FM.- Hay tres dimensiones que hay que tomar en cuenta en la división entre los seguidores de Luis Arce y Evo Morales que pugnan por la candidatura presidencial para 2025.
La primera dimensión es que el partido de Gobierno se divide en dos corrientes, pasan de una separación continua a una disputa y a pugna abierta que llegó a niveles de descalificación de unos y otros. Sale perdiendo el MAS como partido y salen perdiendo ambas corrientes, y ambas figuras políticas.
La prueba más clara es el problema en torno al congreso para la elección de la directiva del MAS porque estaba en disputa la conducción del partido. En este contexto, el MAS, como partido, está en crisis institucional como resultado de esta pugna interna porque el MAS y otras fuerzas deben tener directivas renovadas hasta mayo. El MAS, con este conflicto interno, difícilmente va a poder hacer un congreso por la falta de consenso.
La segunda dimensión de la división tuvo consecuencia en la bancada legislativa del MAS y esta división ha provocado que pierda su condición de partido mayoritario en la ALP y, al darse esta división, el presidente (Luis Arce) no tiene mayoría parlamentaria que lo apoye y se creó la situación de gobierno dividido.
La tercera dimensión es la más preocupante en términos estratégicos para el MAS, es el ámbito de las organizaciones sociales. Esta pugna entre las dos corrientes está provocando divisiones y problemas orgánicos en las confederaciones, en las federaciones, en los sindicatos. Esta dimensión orgánica expresada en la importancia que ha tenido el pacto de unidad muestra el riesgo de que la base social, que generaba capacidad de movilización social y capacidad de protesta, se debilite.
Sin embargo, hoy está sometido al riesgo de división fruto de la pelea interna entre corrientes dentro del partido. Si esto se traduce en divisiones orgánicas, es posible suponer que esté en riesgo la vigencia del MAS como la fuerza dominante.
Si alguna esperanza tiene el MAS de recuperar todo su protagonismo como fuerza unificada es a partir de lo que pase en el campo sindical.
LT. ¿Cuál es el escenario político que vislumbra de cara a las primarias y a las elecciones generales?
Es un escenario complicado porque no sólo el MAS tiene bancada dividida, también CC y Creemos, las últimas fueron alianzas electorales. Faltan batallas previas muy complejas antes de tener un panorama del escenario electoral hacia el año 2025.