La Prensa, una historia escrita con tinta
La Prensa volvió a las calles este domingo tras ocho años de silencio. El matutino, con sede en la ciudad de La Paz pero de alcance nacional, fue presentado en un acto especial el pasado viernes y promete seriedad, pluralidad y rigurosidad en un ambiente periodístico marcado por la digitalización.
Primera etapa
El 9 de marzo de 1998 se fundó La Prensa, una propuesta periodística innovadora, cuya primera edición ganó las calles el 14 de junio de aquel año.
Desde un primer momento, este diario se caracterizó por publicar investigaciones y reportajes que marcaron agenda en el país.
“El periódico que queremos” fue una declaración de principios que apareció en aquella edición, que se ilustró con la fotografía del personal de la empresa.
La Prensa fue el nombre elegido por el primer director y fundador de este emprendimiento, Jorge Canelas Sáenz, como homenaje a uno de sus más ilustres antepasados, su tío paterno Demetrio Canelas, quien en 1908 puso en marcha un pequeño periódico con este denominativo en la ciudad de Cochabamba.
En noviembre de 1998, estalló un conflicto entre la redacción que, con apoyo de la dirección, se enfrentó con la gerencia de la empresa, que era ejercida por entonces por el Grupo Rivero, de El Deber.
Recortes presupuestarios internos derivaron en el conflicto que causó el despido de los periodistas, desde el jefe de redacción, Gustavo Guzmán, y la renuncia de Canelas Sáenz a sus funciones.
Aquel conflicto se tradujo en la paralización de las ediciones de La Prensa por espacio de una semana.
Segunda etapa
Alfonso Canelas Tardío asumió entonces la conducción de la empresa que volvió a sufrir una fuerte crisis en octubre de 2003, cuando los periodistas decidieron lanzar una edición especial para reflejar la huida de Gonzalo Sánchez de Lozada después de dejar al menos 60 muertos y cientos de heridos en El Alto y La Paz, en lo que pasó a la historia como la Guerra del Gas.
Canelas Tardío se negó a que salga a la calle un número con ese contenido y, durante ese tiempo, fueron comunes las denuncias de los periodistas en sentido de que la información era distorsionada por las jefaturas.
Ante la imposibilidad de que los periodistas se desplacen de uno a otro punto del área metropolitana paceña por el gravísimo conflicto social, la empresa alquiló un hotel cercano a sus instalaciones para que los periodistas pernocten después de cerrar su labor diaria.
Juan Cristóbal Soruco fue el siguiente conductor del proyecto hasta que, en 2005, la periodista Amparo Canedo de Tellería llegó a ocupar la dirección del periódico.
Su designación gozó del consenso de ambos grupos empresariales asociados y se fortaleció entonces el Grupo Líder, a la sazón compuesto por Los Tiempos, de Cochabamba; El Deber, de Santa Cruz; La Prensa, de La Paz; La Prensa, de Oruro; El Norte, de Montero; Correo del Sur, de Sucre; El Potosí, de la Villa Imperial; El Nuevo Sur, de Tarija; El Alteño, de El Alto, y Gente, de Cochabamba.
Tras un periodo de estabilidad, Canedo de Tellería dimitió al cargo, que fue ocupado por Juan Carlos Rivero Jordán.
Una profunda crisis económica agobiaba a La Prensa, cuyos trabajadores llevaban hasta tres meses impagos, cuando la administración planteó a los trabajadores una reducción salarial para que la empresa se mantenga en funciones
Tercera etapa
Una negociación empresarial dio paso a que en 2009 se disolviera el Grupo Líder, y Diego Canelas Montaño se hizo cargo del timón del periódico. Fue poco después de que se publicara una nota titulada “Evo dio luz verde a los 33 camiones en Pando”, que causó un distanciamiento entre el periódico y el aparato estatal.
Fue un incidente ocurrido en Santa Rosa del Abuná, departamento de Pando, en el que 33 camiones de alto tonelaje procedentes del puerto de Arica llevaban carga presuntamente de contrabando al norte amazónico del país y ese titular involucró al ex Primer Mandatario con un presunto hecho delictivo.
En 2010, un relanzamiento planificado con apoyo de la empresa internacional La Máquina de Ideas permitió un repunte del producto, aunque la falta de apoyo publicitario y las obligaciones empresariales de Canelas Montaño determinaron un fugaz paso por la dirección del periodista Martín Balcázar Martínez, quien a los dos meses fue designado director de El Alteño.
A partir de ese momento, Mónica Arrien del Carpio asumió las funciones de editora general, pero en 2013 se alejó del cargo y la conducción periodística de La Prensa recayó en Jorge Jové, con el cargo de jefe de redacción, a cuya renuncia en abril de 2015, fue sucedido por Mirna Echave hasta el cierre del proyecto, el 15 de enero de 2016.
Tras una nueva crisis de Editorial Canelas, el empresario Eduardo Valdivia apuesta por el renacimiento de este medio paceño que llegó a sentar su presencia en las calles de todo el país.
Hasta el momento de su cierre, en 17 años de trayectoria, La Prensa publicó 6.400 ediciones. Ahora va por más…