Parque Santiváñez ofrece un entorno ideal para el crecimiento empresarial
Ubicado estratégicamente a las afueras de Cochabamba, el Parque Industrial Santiváñez ha pasado por un notable proceso de transformación desde su creación en 1977. A pesar de los desafíos iniciales, caracterizados por la falta de servicios básicos como agua y energía eléctrica, el parque ha experimentado un resurgimiento significativo en los últimos años gracias a inversiones y mejoras sustanciales en infraestructura.
En sus primeros años, el Parque Industrial Santiváñez enfrentó serias dificultades para atraer y retener empresas. La carencia de servicios básicos era un obstáculo constante, dice el responsable de Urbanismo Industrial, Eliot Vargas.
“Empresarios solían decir que la energía ‘llegaba cansada’ a Santiváñez debido a la ineficiencia del suministro eléctrico, y el agua era igualmente escasa y costosa. Estas deficiencias desalentaron a muchas industrias, que optaron por reubicarse en otros lugares con mejor infraestructura”, señala.
El punto de inflexión
El verdadero cambio —afirma nuestro entrevistado— comenzó en 2017, cuando la administración del parque, liderada por Álvaro Jorge, decidió realizar inversiones significativas en servicios básicos. Se perforaron cinco nuevos pozos de agua, aumentando la capacidad a 10 litros por segundo y 14 litros/segundo a través de la represa de San Miguel, cuyo embalse dotará —en la segunda fase del parque— 32 litros/segundo.
Asimismo, en la primera fase, que prácticamente está casi concluida, se estableció una subestación eléctrica propia, eliminando la necesidad de depender del suministro a través de la ciudad. Además, se instaló un city gate de gas natural (estación de recepción y despacho), cubriendo completamente la primera fase del parque.
Estas mejoras no sólo solucionaron los problemas de suministro, sino que también hicieron al parque más atractivo para nuevas inversiones. El costo del agua, por ejemplo, es significativamente más bajo en comparación con otras zonas industriales de Cochabamba, lo que representa una gran ventaja competitiva.
Diversificación
Desde 2017, el Parque Industrial Santiváñez ha experimentado un crecimiento considerable. Empresas de diversos sectores, desde pequeñas y medianas hasta grandes industrias, han optado por establecerse en el parque. Entre ellas, destacan industrias de alimentos, construcción, minerales no metálicos, metal mecánicas, fertilizantes y farmacéuticas. La seguridad jurídica y la infraestructura moderna han sido factores clave para atraer estas inversiones, destaca la asesora legal del parque, Guadalupe Balderrama.
Actualmente, el parque, en la primera fase, cuenta con 122 industrias, de las cuales 69 se encuentran en operación, 35 en construcción y plazo y 18 fuera de plazo, llegando a ocupar una superficie de 85,79 hectáreas.
El parque está organizado por fases y sectores, lo que permite una mejor compatibilidad entre las diferentes industrias y minimiza los riesgos de contaminación cruzada. Esta planificación estratégica ha sido crucial para su éxito y ayudó a establecer un entorno empresarial robusto y sostenible.
Accesibilidad
La ubicación del parque, a 35-40 minutos de Cochabamba y con accesos mejorados como el puente Vila Vila, ha facilitado el tránsito de carga pesada y ha reducido significativamente los tiempos de desplazamiento. Aunque aún faltan mejoras en la pavimentación de 12,2 kilómetros de la ruta que tiene salida al occidente del país, las gestiones con el Ministerio de Obras Públicas y otras entidades están en curso para resolver estos problemas.
Proyectos futuros
El Parque Industrial Santiváñez no se detiene en sus logros actuales. La segunda fase del parque, que abarca 165 hectáreas adicionales, ya está en desarrollo. Se han realizado inversiones iniciales para garantizar el suministro de agua y alcantarillado, y se está trabajando en la estructuración de vías y otros servicios esenciales. Proyectos estratégicos, como la posible instalación de una Zona Franca Industrial y la llegada de importantes industrias nacionales, apuntan a un futuro prometedor.
El renacimiento del Parque Industrial Santiváñez representa no sólo una victoria para la industria local, sino también un impulso significativo para la economía de Cochabamba.