Cóndores vuelan miles de kilómetros y llegan hasta Argentina y Perú
Pacha vuela libre. La cóndor retornó hace una semana a las montañas tras ser rescatada, rehabilitada y soltada en la localidad paceña de Malla. Fue socorrida por un comunario cuando chocó con un cerro y recibió cuidados durante dos meses en el Bioparque Municipal Vesty Pakos.
Pacha es una de las 22 aves liberadas desde 2019 en el marco del Programa de Investigación de Aves Rapaces en Bolivia. Como todas, tiene incorporado un transmisor o rastreador con GPS que permite conocer su ubicación, la altitud a la que vuela, la temperatura que prefiere y otros detalles que ayudan a la conservación y protección de su especie.
Miles de kilómetros
En estos cinco años se evidenció, a través de los rastreadores, que los cóndores liberados cubren distancias de miles de kilómetros para cruzar las fronteras y llegar hasta Argentina y Perú. “Dos de los cóndores liberados en 2019 llegaron hasta Perú, se desplazaron una distancia de 8 mil kilómetros y otros llegaron hasta Tucumán”, explicó el director del Programa de Investigación de Aves Rapaces en Bolivia, Diego Méndez.
Otros se desplazan constantemente por siete departamentos de Bolivia, donde existan zonas accidentas como el Chaco y Samaipata, añadió el investigador.
El hito investigativo comenzó con Palca, una cóndor hembra liberada en marzo de 2019 en La Paz. “Cuando Palca fue liberada, aparecieron varios cóndores silvestres, entonces, ella empezó a elevarse e interactuó un poco con esos cóndores”, recordó el investigador.
Se sumaron Tunari, Nina, Inti, Imaybé, Asiri, Jac’ha y más. Desde entonces se liberaron a las aves en las cordilleras de La Paz y Cochabamba, mayormente, pero también en Potosí y Tarija.
Investigación
El objetivo es conocer en detalle los hábitos de las aves para luego plantear acciones de supervivencia de esta especie. “Así conocemos qué zonas visitan y habitan”, dice.
Se trata de un programa innovador, el primero en su tipo que contempla la telemetría satelital y ha podido saber, por ejemplo, que los cóndores mayores sólo se desplazan en áreas pequeñas, se mueven menos a diferencia de los jóvenes que abarcan más kilómetros. “Tienen áreas de campeo de unos 30 mil kilómetros cuadrados”, precisó el investigador.
Otra característica de los cóndores adultos es que, en la época de anidación, tanto macho como hembra cuidan el nido. “Es importante identificar sus áreas de anidación y de reposo para su resguardo porque lo hacen en grupo, no reposan solos”.
Cochabamba
Tunari, Nina, Jach’a, Asiri e Inti fueron liberados en la cordillera. Tunari fue devuelto a la montaña en mayo de 2019 y fue la primera experiencia en Cochabamba en el colocado del rastreador; envió información durante los 28 días posteriores, si bien fue un periodo corto se evidenció que, a pesar de ser adulto, se movilizó bastante; viajó hacia el noroeste por la cordillera del Tunari, pasó a Chuquisaca, a la zona de transición de los valles secos, al bosque boliviano tucumano y retornó por la misma ruta.
Nina fue liberada en Colomi, en julio de 2020 y se desplazó por Cochabamba, La Paz y Potosí; pasó por los municipios de Vacas, Tiraque, Mizque, Colomi y Torotoro. “Ella se desplazó a una zona entre la cuenca del río Mizque, en valles secos de Cochabamba, que es una zona muy importante para el cóndor andino, y más al norte, donde fue rescatada y liberada también. Hizo visitas hacia Toro Toro y zonas adyacentes”, añadió Méndez.
Inti también voló en el Tunari, un cóndor de 20 años. Los datos son interesantes, porque habían visto que los cóndores adultos tienden a moverse en áreas pequeñas que las aves más jóvenes y suponen que dejó de emitir señal debido a que el transmisor fue cubierto por las plumas o por a descarga del transmisor.
Méndez mencionó el caso de un cóndor liberado en Potosí cuyos registraron mostraron muy poco movimiento; lo que dio lugar a concluir que se encontraba en la etapa de anidación.
Para el profesional, lo más interesante que mostró la liberación de Palca fue cómo los cóndores utilizan la Cordillera Real, que es una parte de la cordillera de los Andes que está enteramente en La Paz y “por diferentes razones nos había costado mucho explorar esa zona”.