Arce, Choquehuanca y tres ministros declararon por escrito por el caso intento de golpe
El ministro de Gobierno, Carlos Eduardo del Castillo, reveló este viernes que el presidente y vicepresidente del Estado, Luis Arce y David Choquehuanca, respectivamente ya presentaron sus declaraciones, por escrito, a la Fiscalía por el intento de Golpe de Estado militar ocurrido el pasado 26 de junio.
"Han llenado sus declaraciones correspondientes, el Presidente, Vicepresidente y tres ministros", aseveró del Castillo en conferencia de prensa.
La autoridad, en ese sentido, afirmó que la norma permite que las altas autoridades puedan presentar sus declaraciones por escrito. Señaló que la Fiscalía remite un cuestionario y éste es respondido y devuelto a través de un memorial.
En ese sentido, Del Castillo explicó que no declararon todos los miembros del Gabinete, sino algunos ministros, sobre todos los del área de seguridad como él mismo y su par de Defensa, Edmundo Novillo.
"He pedido a mis viceministros y Comandante de la Policía que también presten su declaración", señaló.
Asimismo, el Ministro reiteró que fruto de las investigaciones se tiene "mucha información" que demostraría a todos los participantes, planificación y móviles del intento de golpe liderado por el excomandante del Ejército, Juan José Zuñiga.
No obstante, Del Castillo afirmó que se maneja las investigaciones con cautela, debido a que se quiere procesar a los principales implicados para que haya una sentencia hasta fin de año.
"Queremos tener una sentencia antes de fin de año y mejor si esta ratificada por una sala penal, constitucional, lo que corresponda", acotó.
El 26 de junio se produjo un movimiento irregular por parte de efectivos militares, liderado por el excomandante del Ejército, Juan José Zúñiga, quien junto a un grupo de militares intentó ingresar por la fuerza a Palacio de Gobierno.
La acción militar duró alrededor de tres horas, tiempo en el cual el Primer Mandatario reemplazó a Zúñiga junto a todo el Alto Mando de las Fuerzas Armadas, acción que desembocó en la retirada de los militares que acompañaban al General Zúñiga en la Plaza Murillo y sus alrededores.
El hecho fue catalogado por el Gobierno como un intento de Golpe de Estado y a la fecha hay más de una decena de implicados con detención preventiva, entre ellos el propio Zúñiga.
