CIDH llama al diálogo y rechaza la violencia en los bloqueos de Bolivia
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió un pronunciamiento sobre los recientes conflictos sociales en Bolivia, resaltando que “los actos de violencia no están protegidos por el derecho a la protesta” y exhortando al diálogo como medio para resolver las tensiones que afectan derechos humanos y la estabilidad del país.
El organismo, en conjunto con sus Relatorías Especiales para la Libertad de Expresión (RELE) y los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (REDESCA), instó al Estado boliviano a garantizar los derechos de las y los manifestantes y a fortalecer espacios democráticos para una resolución pacífica de las controversias. También subrayó la responsabilidad de proteger a periodistas y de investigar actos de violencia que puedan poner en riesgo su integridad, ya sea por parte de autoridades o de personas particulares.
Este pronunciamiento de la CIDH se produce tras más de 20 días de bloqueos, que se concentraron en Cochabamba y afectaron el tránsito entre el oriente y el occidente del país.
Durante la medida de presión, se reportaron enfrentamientos con las fuerzas de seguridad que intentaban desbloquear rutas estratégicas. Según el informe, estas acciones dificultaron el paso de ambulancias, alimentos y otros insumos básicos, generando un fuerte impacto en la población.
El Gobierno respondió con operativos de desbloqueo, en los que se registraron hechos de violencia que incluyeron retenciones y agresiones a policías, periodistas y civiles.
En el Chapare, algunos manifestantes tomaron instalaciones militares, un hecho que está siendo investigado por la Fiscalía. Hasta el momento, 47 personas involucradas en incidentes de violencia han sido aprehendidas y enfrentan detención preventiva mientras avanzan las investigaciones.
La CIDH también expresó su “extrema preocupación” por la intensificación del conflicto social y recomendó al Estado boliviano redoblar esfuerzos para reducir la polarización, resaltando que la estabilidad democrática se logra a través del diálogo genuino y participativo.