Guardaparques: los héroes invisibles de la naturaleza en Bolivia
En Bolivia, los guardaparques juegan un papel crucial en la protección y conservación de los ecosistemas, desde las llanuras del Parque Nacional Madidi hasta los imponentes glaciares del Parque Nacional Sajama. Estos profesionales son los héroes anónimos que, día tras día, velan por la preservación de los recursos naturales y la biodiversidad del país.
Su trabajo impacta positivamente en las comunidades locales y en el desarrollo sostenible del país, destaca el presidente de la Asociación Boliviana de Guardaparques Agentes de Conservación (Abolac), Marcos Uzquiano, a propósito del Día Nacional del Guardaparque Boliviano que se celebra el 8 de noviembre.
Disfrutar la belleza de la naturaleza, explorar sitios no visitados por los humanos, conocer de cerca la biodiversidad de las áreas protegidas y aprender de los pueblos indígenas sobre la relación armoniosa con el bosque son las principales satisfacciones de los guardaparques que custodian las reservas en Bolivia, señala Uzquiano.
Uno de los aspectos más destacados del trabajo de los guardaparques en Bolivia es su labor como defensores de la biodiversidad, bosques tropicales, zonas de montaña, desiertos y humedales, que son hogar de especies endémicas y en peligro de extinción.
Bolivia, con más de 22 millones de hectáreas de áreas protegidas, alberga una de las mayores riquezas biológicas del planeta; sin embargo, la protección de estos espacios no es una tarea fácil.
Los guardaparques no sólo protegen estas especies de la caza ilegal, la deforestación y el tráfico de fauna, sino que también realizan monitoreos y estudios para asegurar su conservación a largo plazo. Esto incluye el trabajo con especies emblemáticas como el jaguar, el oso jucumari y otros animales, cuya supervivencia depende, en gran medida, de su trabajo.
Estos protectores silenciosos de las áreas protegidas del país celebraron su día en medio de carencias y pedidos de mejoras laborales para enfrentarse en el día a día a los incendios forestales; a los avasallamientos de colonizadores, de productores de coca, de mineros ilegales, de cazadores furtivos, e incluso al narcotráfico.
Se desplazan a los lugares más inaccesibles en condiciones adversas y sin los recursos necesarios para encarar situaciones extremas, como altas o bajas temperaturas en sus tareas de protección de los 23 parques y áreas protegidas en Bolivia.
Urgen que se destine presupuesto para garantizar sus actividades; mejorar la logística en los puestos de control; para el mantenimiento de coches, motocicletas, y para contratar más guardaparques.
Cantidad insuficiente
En Bolivia hay unos 295 guardaparques distribuidos en todos los parques nacionales que, en total, cuentan con una extensión de 182.716, 99 kilómetros cuadrados. Son muy pocos para atender miles de hectáreas. En el caso del Parque Nacional Tunari, son ocho para vigilar una extensión de 300 mil hectáreas, y, en la Reserva de la Biosfera y Estación Biológica del Beni, son nueve para 135 mil hectáreas, por ejemplo.
El vicepresidente de la Abolac Jimmy Torrez Muñoz, alerta que uno de los problemas más serios es la actividad minera ilegal en áreas protegidas. En el Parque Nacional Madidi es el tema más preocupante por la contaminación de los ríos.
Sin embargo, el conflicto también se presenta en el Parque Nacional Tunari, donde “se explota oro ilegalmente contaminando el agua de una represa”, asegura uno de los guardaparques amparado en el anonimato.
A pesar de los desafíos, el orgullo de proteger una de las mayores riquezas de Bolivia mantiene a los guardaparques de pie.
Pronunciamiento
La Abolac emitió este viernes un pronunciamiento por el Día del Guardaparque Boliviano, en el que demanda al Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap)el pago del refrigerio adeudado de toda la gestión 2023, de los 10 meses de este año y los subsidios de lactancia impagos desde 2022.
Además, piden que se prevea presupuesto para la próxima gestión para la contratación de más guardaparques, para la construcción o refacción de campamentos, para la compra de vehículos, motores, embarcaciones, equipo de campo y uniformes.