Mueren tres policías en emboscada en bloqueos evistas de Llallagua
Muerte, terror y violencia se vivió ayer en el municipio potosino de Llallagua que se encuentra cercado hace 10 días por bloqueadores afines al expresidente Evo Morales que llegaron desde los ayllus vecinos a generar violencia y saqueos en negocios y casas en represalia por el intento de desbloqueo de los pobladores.
Dos policías murieron ayer en una segunda jornada de violencia; y un tercer oficial está en terapia intensiva peleando por su vida, todos recibieron disparos en una emboscada, cuando un contingente ingresó a desbloquear la carretera tomada.
Los policías fueron rescatados por los pobladores que mantienen una vigilia constante e incluso instalaron barricadas para defenderse de los comunarios provenientes de los ayllus y del llamado “México Chico”. La cantidad de heridos supera los 50, tienen lesiones por golpes, pedradas y balazos.
Los bloqueadores atacaron a la población con dinamitazos y disparos de arma de fuego en represalia por un intento de desbloqueo. Los movilizados tomaron y destrozaron instalaciones policiales. El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, confirmó la muerte del subteniente Jorge Barrozo Rodríguez, del grupo Delta de Oruro; más tarde se conoció del fallecimiento del subteniente Carlos Enrique Apata Tola a causa de un disparo fulminante. También murió cruelmente el sargento de Bomberos, Jesús Mamani Morlaes. Fue hallado con todo el cuerpo martirizado.
El capitán de la policía, Daynor Miranda, está en terapia intensiva, según indicó el director del Hospital Madre Obrera, José Serrudo. El galeno señaló que es un milagro, pues la bala entró y salió sin perforar ningún órgano.
El ataque de los movilizados se produjo desde los cerros, desde donde arrojaron piedras y otros materiales contundentes, con los cuales afectaron a los efectivos que tuvieron que esconderse.
La Policía reportó que los movilizados usaron armas de fuego, petardos y artefactos explosivos contra los uniformados. “Han usado armas de fuego, petardos, dinamita. No han tenido contemplación. Estamos trabajando junto a nuestro pueblo”, dijo el jefe policial de Llallagua a Unitel. Los bloqueadores quemaron el bus en el que se trasladaron algunos policías.
Sin comida
El personal sanitario del hospital de Llallagua es impedido de salir a conseguir alimentos para los pacientes, lo que constituye un atentado contra la vida, denunció la ministra de Salud, María Renée Castro.
Castro denunció también que los bloqueadores impidieron el ingreso de unidades de sangre para los heridos del hospital de Llallagua, en Potosí, e instó a los movilizados a abrir el paso al personal médico y no atentar contra la vida. “Ninguna protesta está por encima del derecho a la salud y a la vida. Hoy, en Llallagua, el personal médico fue impedido de salir a conseguir alimentos, no solo para ellos, sino también para los pacientes hospitalizados¿Cómo se puede llamar protesta a una acción que deja sin comida a enfermos?”, cuestionó.
Los pobladores se encuentran sin agua, sin gas y sin víveres por el cerco que los afecta por segunda semana. Denunciaron que deben resguardar los generadores eléctricos por las amenazas de corte de electricidad.
Señalaron que, al ser una ciudad universitaria, los estudiantes no pueden retornar y ya no tienen comida. Los pobladores recolectaron víveres para organizar ollas comunes para preparar comida y bebidas calientes. También recolectaron frazadas, ropa abrigada y colchones para los que realizan las vigilias, entre ellos pobladores y policías.
Ayllus agreden a los periodistas en Llallagua
Las redes de televisión Unitel y Red Uno reportaron que sus enviados fueron cercados por los bloqueadores que pertenecen al ayllu indígena Chullpa, y sus unidades móviles fueron atacadas con piedras lanzadas desde los cerros próximos a la carretera.
Una fuente confirmó a la Unidad de Monitoreo de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP) Bolivia que el equipo de Unitel tuvo que atravesar la zona de bloqueos observando el trabajo de policías que retiraron piedras de la vía y dispersaron a los manifestantes con el uso de gas lacrimógeno.