Radares detectan dos corredores de vuelos ilegales, aviones K-8 interceptarán y en última instancia derribarán aeronaves
En Bolivia ya operan 13 radares, de los que siete son de uso militar para combatir ilícitos como el narcotráfico. Dos "corredores" de vuelos ilegales fueron identificados y la labor de control con los aviones K-8 estarán en estas zonas, para detectarlos, obligarlos a aterrizar y en última instancia, de forma excepcional, derribarlos de darse el caso, informó el ministro de Defensa, Edmundo Novillo.
"Hay corredores que se han establecido, y estos corredores están en el lado norte y sur (de Bolivia), entonces, a partir de estas detecciones ya se tiene que planificar las operaciones, precisamente, de detección, interceptación y lógicamente de hacer todo el trabajo para obligarlo a aterrizar en el aeropuerto más cercano", explicó en Bolivia Tv.
Los 13 radares de última tecnología están emplazados en 22 sitios estratégicos de Bolivia y demandaron una inversión de 196 millones de euros. Siete son de uso militar y seis de uso civil, y forman parte del Sistema Integrado de Defensa y Control de Tránsito Aéreo (Sidacta).
En enero empezaron a operar parcialmente y lograron la detección de vuelos irregulares de aeronaves con matrícula inexistente o sobrepuesta. Las Fuerzas Armadas están a cargo de esta tarea de control de vuelos ilegales o irregulares.
Los aviones K-8, bajo administración de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), serán los responsables de la interceptación. En el Ministerio de Defensa se ultiman los detalles del protocolo de actuación, a través de un decreto.
La detección e interceptación se regirán bajo estándares internacionales, al igual que el excepcional derribo. El derribo se dará en caso de que las aeronaves sospechas o ilegales se consideren "hostiles", porque no hacen caso a los órdenes de aterrizaje y pongan en riesgo la seguridad del avión de intercepción.
"Hay un protocolo que se refiere y genera algún tipo de reacción que pone en riesgo a la nave que hace la persecución", explicó y aclaró que el contenido del protocolo estará inscrito en un decreto.
La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) y la Fiscalía estarán en tierra para activar los operativos cuando una aeronave sea obligada a aterrizar.
Mientras los radares civiles serán utilizados por instituciones como el servicio de Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y otras, para controlar el tráfico aéreo comercial.