Alarma: cada semana reportan entre 5 y 10 casos de violencia en colegios
La muerte de Kevin Veizaga (17) en manos de su compañero de curso en Quillacollo activaron aún más las alarmas en relación con la violencia que se vive en las unidades educativas de Cochabamba y Bolivia. A eso se suman las denuncias de bullying, violencia psicológica y física, abusos sexuales que se reportan en las aulas o pasillos de los establecimientos educativos.
De acuerdo con la Dirección de Educación (DDE) de Cochabamba, cada semana se reporta que entre 5 y 10 estudiantes son víctimas de violencia en manos de sus compañeros.
En el ámbito nacional, Santa Cruz es el departamento con mayor índice de violencia entre pares, La Paz es el segundo, le sigue Cochabamba, donde el caso mencionado antes fue calificado como violencia extrema.
La Defensoría de la Niñez y Adolescencia y la Federación de Maestros Urbanos señalaron que el accionar de los padres de familia es “clave” para frenar o promover la violencia. Afirmaron que el hogar es el origen de la violencia que cada estudiante de alguna forma “copia”. Otro factor es que ambos padres salen a trabajar y los alumnos se quedan sin control ni apoyo de la familia.
El director de la DDE, Iván Villa, indicó que los casos en Cochabamba se incrementan cada semana y que se analizan alternativas para frenar la violencia entre pares.
“Lamentablemente, a la fecha, en Cochabamba se registraron 18 casos de violencia entre pares. Una de las conclusiones para contrarrestar la violencia, cuyo trabajo se ha realizado a la cabeza de los ministerios de Educación, Justicia y Salud, es que cada municipio debe contar con un gabinete psicológico”, dijo Villa.
Añadió que todos los hechos de violencia deben ser atendidos por el responsable de Transparencia y Jurídica, además de la Dirección de Educación. “Ellos se constituyen en las unidades educativas para el levantamiento de información y asegurarse de que todos los casos sean investigados, tratándose de menores”, dijo Villa.
Para la directora de Género Generacional de la Alcaldía de Cochabamba, Tatiana Herrera, la violencia entre pares en los centros educativos no debe ser naturalizada, sino debe frenarse.
“En los que hemos estado investigando, los estudiantes que tienen estos problemas, en 60% de los casos es responsabilidad de los papás. Nos preocupa eso, porque eso debería tratarse en otras instancias, existen las federaciones de padres donde ahí podría tratarse la problemática, pero están siendo involucrados los menores”, indicó.
Señaló que cuando se presentan hechos de violencia se debe actuar de manera pronta y oportuna. “Ahí tenemos que trabajar en el área psicosocial, más que todo con las terapias para ver qué ocurre, por qué este muchachito está teniendo tan bajo control de impulso”, dijo.
Plan contra la violencia
La dirigente de Maestros Urbanos de Cochabamba, Giovanna Vargas, dijo que el plan de Gobierno no funciona y esto se refleja en los casos de violencia que en lugar de reducir se incrementan.
“No se ve que esté funcionando mucho, porque no hay una mejora. Lamentablemente, se ve que los casos de violencia se han mantenido tal como estaba en un principio. Los estudiantes siguen manteniendo esa situación de violencia en los hogares”, manifestó.
Para Vargas, los profesores pueden orientar, ayudar, apoyar y direccionarlos por buen camino, pero solo será temporal, porque el origen de la violencia es la familia y es ahí donde tiene que frenarse.
Los padres desempeñan un papel fundamental en la prevención de la violencia entre estudiantes. Se están llevando a cabo talleres y charlas educativas para empoderar a los padres con las herramientas necesarias para detectar y abordar los signos de violencia en sus hijos.
Tania Jiménez, madre de familia, resaltó la importancia de la comunicación y la confianza que debe tener un padre con sus hijos.
“Yo, como mamá, siempre le pregunto a mi hijo cómo le ha ido, qué es lo que ha pasado y todo eso y él me comenta todo lo que ha hecho, qué aprehendieron”, contó.
Jiménez tiene dos hijos estudiantes. Señaló que las charlas, el acercamiento entre padres de familia y la Defensoría de la Niñez y Adolescencia deben mejorar para que puedan identificar la violencia en sus hijos y corregir algunos comportamientos y mejorar lo que ellos están enseñando en sus hogares.
“La educación se imparte desde la casa, y eso tenemos muy claro como padres de familia”, añadió.
Defensor del Estudiante
La Defensoría del Pueblo en Cochabamba también implementó, el 26 de julio, el programa piloto de los Defensores del Estudiante en los colegios Sucre, Bolívar y República Argentina.
“Dentro de este contexto ya se ha capacitado no sólo a las asesoras estudiantiles, a los maestros, a los padres de familia, también se ha ingresado a las unidades educativas a través de talleres y círculos reflexivos”, afirmó Marioly Álvarez, delegada de la institución.