Tren de Aragua utiliza a Bolivia como tránsito para traficar armas y personas
Bolivia comenzó en 2002 los operativos para identificar a los integrantes de la organización más peligrosa en Venezuela: Tren de Aragua, dedicados a secuestros, prostitución, tráfico de armas, narcotráfico, asesinatos y otros.
Desde entonces, la vigencia de la red en territorio nacional no sólo queda demostrada, sino que se da con más frecuencia.
El pasado 5 de abril, en un operativo ejecutado en Oruro, la Policía capturó a cuatro ciudadanos venezolanos miembros de la “megabanda”, en posesión de armas de alto calibre, granadas de guerra y chalecos antibalas. Todos ellos fueron imputados por terrorismo y enviados a prisión con detención preventiva en el penal de máxima seguridad de Chonchocoro, La Paz.
Tránsito
Los expertos en criminalística dicen que la organización quiere usar Bolivia como tránsito para traficar armas de fuego y personas con fines de explotación sexual.
El criminólogo Cristian Sánchez señala que el Tren de Aragua no pretende establecerse para operar en Bolivia, sino usar sus fronteras para cruzar “mercancía” a otros países.
“No creo que se pueda afirmar que la presencia de personas del Tren de Aragua en Bolivia esté orientada a un establecimiento completo. Simplemente utilizan el país como puente para hacer llegar a Chile armas de fuego, personas, droga”, dice Sánchez.
Para el criminólogo, es más fácil traficar por la frontera de Bolivia a Chile y Perú por el escaso control por parte del Gobierno nacional. “Ellos no se animan a pasar cosas por la frontera peruana y chilena porque por allá hay más control”, añade.
En tanto, el analista en seguridad y defensa Jorge Santistevan señala que esta organización criminal es la más peligrosa y violenta que se caracteriza por su naturaleza multinacional y su estructura jerárquica estilo militar.
“Es una multinacional del crimen, sicarios organizados que están desplegados en la mayoría de los estados de Sudamérica. Incluso se cree que uno de los principales líderes está en Estados Unidos, desde donde dirige y coordina todas las operaciones. Tienen una estructura vertical estilo militar, donde hay un primero, un segundo y un tercero, y así sucesivamente”, explica Santistevan.
En Bolivia, el Tren de Aragua tiene presencia de hace cuatro o cinco años y se ha intensificado aún más con las migraciones, las cuales han servido para camuflarse en su desplazamiento en todos los estados, entre ellos Bolivia.
“Aparentan ser personas normales y comunes, que se desplazaron de su país por cuestiones políticas. Sin embargo, en todas las oportunidades que se les presentan para ejercer y cometer los delitos, ahí están presentes”, indica.
Desapercibido
Los expertos señalan que el Gobierno boliviano debe poner más atención a la presencia del Tren de Aragua para evitar que el país sea un centro de operaciones.
“El Estado boliviano tiene serias dificultades para controlar sus fronteras. Hay una facilidad para que las organizaciones criminales puedan corromper a las autoridades de la Policía a las autoridades de las comunidades”, explica el criminólogo Cristian Sánchez.
Mientras, para Santistevan, la Policía está centrada en desarticular otras organizaciones crominales, como el Primer Comando de la Capital (PCC) y el Comando Vermelho, pero no así el Tren de Aragua.
La Policía, en tanto, dice que hace un cruce de información con sus pares de otros países para identificar a los integrantes de esta banda.