Red de ciberestafa operaba con aplicaciones, altos sueldos y amenazas de muerte
El comandante general de la Policía, Álvaro José Álvarez, presentó este viernes a los 10 aprehendidos del caso de la red de ciberestafa. Los detenidos operaban con una falsa empresa que fue registrada como Legend Global SRL, que contaba con NIT y usaban aplicaciones para extorsionar a las víctimas.
El caso fue conocido el 29 de mayo, luego de un patrullaje cibernético. El edificio funcionaba en el barrio Equipetrol, Santa Cruz, donde inicialmente se arrestó a 117 personas, pero solo quedaron 10 aprehendidos.
La organización criminal captaba empleados para la supuesta empresa y los capacitaba para el trabajo delictivo.
Modus operandi
El grupo criminal ofrecía montos de dinero como préstamo a través de cuatro aplicaciones. Para acceder, la víctima debía aceptar cláusulas, pero al hacerlo, las app se apoderaban de todos los datos del teléfono celular de las personas, entre contactos, fotos, cuentas en bancos y otros, que eran usados para la extorsión.
"Si la persona no pretendía hacer el pago y bloqueaba a la empresa, la empresa se encargaba de realizar la extorsión a los familiares, a las personas más allegadas", expuso, ya que con la app se tenían todos los contactos.
Las llamadas se realizaban cada cinco minutos y se generaban planillas donde estaban los nombres de las víctimas. Al día, un empleado hacía por lo menos 10 llamadas.
Las extorsiones se realizaban a personas de cuatro países: Perú, Chile, Ecuador y México.
Los préstamos se realizaban con 30 y 40% de interés. Las transacciones de préstamos y pagos se realizaban a través de Yape. Las amenazas a las víctimas eran de muerte y se contabiliza que al menos 1.080 personas por día eran contactadas en el exterior con llamadas incógnitas.
Los sueldos eran más de Bs 240.000 al mes, más beneficios sociales y de acuerdo a la Policía, solo hay un boliviano involucrado.
Los aprehendidos
Álvarez detalló que se aprehendió a un ciudadano chino que sería el jefe de la organización criminal; a Sofía Rodríguez Valencia, de 19 años, que era la socia de la empresa; el colombiano Miguel Ángel Ruiz, el subjefe y supuesto traductor del ciudadano chino; Percy Raldes, a cargo de los recursos humanos y quien captaba a personas para que sean parte de la empresa, uno de los requisitos era contar con dos equipos celulares o dos chips.
El otro aprehendido es Marcelo Ticona, quien se dedicaba a capacitar a la gente para que realice su labor dentro de la empresa; Franco Paredes hacía la supervisión de los empleados captados; Yharmela Melvi, una peruana que se encargaba del cobro a las víctimas en Ecuador; Luis Falcón, también peruano, que cobraba dinero a víctimas en Chile y México; Ariana Romero y Gabriela Suárez, una colombiana que se dedicaba a ser auxiliar de recursos humanos.