Ángel Di María vuelve a brillar en el Estadio Da Luz
El delantero argentino Ángel Di María fue el hombre más decisivo del partido porque llevó al PSG a la final de la Liga de Campeones, tras superar ayer por 3-0 al alemán Leipzig. Por encima del intermitente Mbappé y el dinámico Neymar, asaltó un escenario que no parecía destinado a su lucimiento. Sin practicar un juego de traje de luces, sino el viejo fútbol de toda la vida, con dosis de potrero, algo de picardía y mucha pasión.
El Paris Saint-Germain alcanzó la primera final de la Copa de Europa en su historia. Se trata de un hito que sus dueños cataríes perseguían con determinación desde que compraron el club en 2011. Gran parte del salto se lo deberán a Di María, por quien pagaron algo más de 60 millones de euros en 2015. Apenas una cuarta parte de lo que desembolsaron por Neymar o por Mbappé, dos de los cinco futbolistas más dotados del planeta. Dos estrellas que no siempre han puesto su alma al servicio del equipo, algo que Di María hace a la mínima. El argentino no empeña energías en trajes ni en fiestas de cumpleaños porque experimenta su carrera como una larga fiebre que sólo se cura corriendo para tener la pelota otra vez en sus pies.
Neymar fue el vértice de todos los triángulos. El hombre imprescindible para que Marquinhos y Paredes, los rígidos medios del PSG, pudieran articular pases que significaran avances en el mediocampo.
Buscando la pelota con valentía, se vivificó cada vez que le pegaron y cuanto más le pegaron más insistió. De una falta de Laimer al brasileño en el lateral del área vino el 1-0. La puso Di María con una rosca violenta y Marquinhos la cabeceó a la red.
El 2-0 comenzó por el trabajo sordo de Di María. El hombre presionó al portero, Gulasci, provocó una salida en falso, un pase a Paredes, que centró. Burlado Upamecano por una finta de Neymar, que amagó el disparo, la pelota acabó en el Fideo, que disparó a bocajarro.
El 3-0, de nuevo, fue producto del empeño de Di María, en una jugada sucia insistió y forzó una acción que normalmente los jugadores no fuerzan. Robó en la izquierda, sorprendió a Mukiele, metió el centro, y Bernat lo empujó.
PSG, el quinto club francés en una final
El París Saint-Germain, que eliminó al RB Leipzig (3-0) ayer en semifinales, se convirtió en el quinto club del fútbol francés en clasificarse a una final de la Liga de Campeones, el máximo torneo de Europa, desde la creación de esa competición en 1955.
Hasta ahora, el único equipo galo en levantar el trofeo fue el Marsella, en 1993, pero también alcanzaron la final el Reims (1956, 1959), el Saint-Etienne (1976), el Marsella (1991, además de la que luego ganó dos años después) y el Mónaco (2004), equipo del Principado del mismo nombre pero que juega en el campeonato francés.