Ni los temporales aguaron la fiesta de la Verdeamarelha
Ni los fuertes temporales que castigaron ciudades como Río de Janeiro y Sao Paulo justo a la hora del partido de ayer en que Brasil venció por 1-0 a Suiza aguaron las fiestas de los brasileños por la clasificación de la Canarinha a los octavos de final del Mundial de Catar.
Totalmente emparamados, los aficionados, todo el tiempo concentrados en las pantallas de televisión, vibraron con cada remate de Vinícius Júnior, principalmente con el gol que le fue anulado, y armaron una verdadera fiesta, animada por grupos musicales, cuando Casemiro anotó el gol de la victoria faltando pocos minutos para el final.
Los aguaceros no tenían cómo impedir una fiesta que ya parecía garantizada en un festivo prolongado, ya que escuelas y universidades no funcionaron y muchas empresas y comercios optaron por mantener sus puertas cerradas este día o por enviar a sus empleados a casa antes del mediodía.
Los Fan Fest con gigantescas pantallas de televisión montados por la FIFA en Sao Paulo y Río de Janeiro, las dos mayores ciudades de Brasil, se llenaron a primera hora de aficionados ávidos por celebrar.